Son Bibiloni a pie de campo
Son Bibiloni no es la Masia, ni tampoco Lezama o Zubieta, ni Tajonar, Valdevebas o Mareo. Los mallorquinistas lo tienen asumido. Pero una cosa es aceptar la evidencia y la otra no reconocer que a los dueños y ejecutivos del Mallorca no parece importarles demasiado lo que ocurre en la Ciudad Deportiva.
No vamos a insistir en la baja calidad del filial que ahora intenta dar el salto a Segunda RFEF (tercera división en cualquier caso), tampoco en advertir lo poco que emerge desde esta cantera desatendida cuya única incorporación digna de reseñar es la del guardameta Leo Román. Ni siquiera recordar la larga lista de promesas que salieron huyendo de la ciudad deportiva desde Luka Romero a Obrador, Pablo Ramón, etc, etc. Al contrario, la campaña realizada por el Juvenil División de Honor dirigido por Carlos Muñoz ha alimentado la esperanza de que el proyecto con el que se llenan la boca en la planta noble de Son Moix no sea solamente un ardid populista tan en boga estos días.
La alarma la ha dado en un «post», como se le llama ahora al twiter de toda la vida, mi compañero y sin embargo amigo Carlos Montes de Oca, de Ultima Hora, al hacerse eco de la posible salida de Alex Bejarano, dicen que una de las estrellas des estos sub 18, hacia el Sevilla. Una información que encaja con la que resuena en la propia carretera de Sóller en relación a la falta de propuestas para el futuro de quienes estarían llamados a repetir la quinta de los Miguel Angel Moyá, Iván Ramis, Víctor Casadesús, Bussi……..Ha llovido desde entonces y la producción, sin duda, ha bajado.
Las comparaciones son tan odiosas como inevitables y, como hemos reflejado en la entradilla, puede que entre los Nico, Woiski, Ale García, Riba, Rodríguez, Guzmán o el mencionado Bejarano, no haya ningún Lamal, Cubarsí, Fermín, Pedri o Gavi. Quizás no den para tanto, o si, pero para hacer algo más que echarse a perder en Tercera Federación seguro que sí, aunque Pablo Ortells no los haya visto jugar en toda la temporada.
A la afición le interesa esto muy por encima de que el CEO, Alfonso Diaz, se haya ido a Japón a firmar el contrato de un patrocinador. ¡Menos fotos y menos lobos!.