Sumisión periodística

Cuando la Liga de Fútbol Profesional impuso un canon a las emisoras de radio por transmitir los partidos ya fuera parcialmente o en su totalidad, ya advertí que los medios de comunicación pagarían muy caro su vasallaje. Y, en efecto, el Alavés acaba de ser multado por la publicación de varias fotografías que mostraban el vacío de las gradas en Mendizorroza por el capricho de Javier Tebas y sus secuaces de programar partidos en lunes, un día vetado por los equipos que disputan copas europeas aunque no tengan compromisos la misma semana y que recae repetidamente en los mismos, con la consiguiente merma de sus recaudaciones por taquilla y el abuso y desprecio a sus socios y aficionados. El club derivará la multa a los autores de las imágenes.

Al presidente de la Liga el público le importa un bledo y las radios, periódicos y televisiones, un pimiento. Solo quiere información oficial, la que le viene bien. No se plantea rectificar su alocada política de horarios, sino que no se sepa que los espectadores, ya sean reales o potenciales, no los aceptan.

Claro que la culpa no es suya. En primer lugar es de los clubs que se lo consienten y en segundo lugar de las empresas de comunicación que pasan por el tubo. El periodismo futbolístico ha vivido y sigue viviendo de rodillas ante los clubes, las federaciones y los organismos, cha dicho Javier Ares al digital PR Noticias. Luego añade que “¿Dónde se ha visto esto de que te pases la vida entera haciendo promoción del partido del domingo y luego tengas que pegar por ocupar una cabina para informar?”, añade Ares, en referencia a la tasa que deben pagar las radios por retransmitir los partidos desde el campo: “Es incomprensible pero claro, de aquellos polvos vinieron estos lodos”.

Más claro, blanco y en botella.