Toca ganar

El via crucis del Castellón se alarga tanto que más bien podríamos decir que no acaba de salir de su travesía del desierto. Lo suyo no fueron unos añitos en el infierno, sino una caída en toda regla que le ha mantenido una década fuera del fútbol profesional y varias generaciones que ya ni recuerdan su legendario paso por la primera división y nombres como los de Cela, Planelles, Clares, Del Bosque y otros ilustres futbolistas que hicieron del viejo Castalia un fortín. El nuevo, construido a imagen y semejanza del Mini Estadi, data ya de 1987, poco antes de abandonar la élite y sumergirse en un pozo que le llevó a Segunda B y tercera división. Dejó de ser el primer equipo de la provincia en beneficio del Villarreal y ahora ha vuelto a la categoría de plata como uno de los modestos cuyo presupuesto ronda entre los cinco y seis millones.

Bajo la dirección de Oscar Cano, un técnico de larga trayectoria en Segunda B pero solo un año en Segunda con el Salamanca, que le ascendió se ha nutrido de la base que tenía, con jugadores de la zona y algunos que acabaron contrato con el Numancia, caso de Marc Mateu o de Zlatanovic, cedido por el Mallorca lo mismo que Señé. Solo ha disputado seis partidos como visitante con una única victoria, en Ponferrada (1-2) en el primer partido de liga. Sacó un punto de Logroño, Fuenlabrada y Miranda. Pero es el equipo más goleado en campo ajeno, se enfrentó a los de Luis García Plaza en pretemporada sin presentar demasiada batalla.

No debería tener problemas el líder para mantener su posición. No es semana de rotaciones, por fin, asi que el técnico podrá contar con todos o casi todos, en función del estado físico de jugadores no fundamentales como Marc Cardona o Trajkovsky.

Segunda cita de la temporada para el murciano recién ascendido Rafael Sánchez López. Dirigió el Mirandés-Mallorca en el que expulsó a Sastre por doble amarilla en el minuto 74 y amonestó a Oliván y Amath. No es de los mejores pero peca más de paloma que de halcón, lo que para algunos es un consuelo.