Tres de tres
En pleno reinado de Internet, las exclusivas y primicias periodísticas no solo escasean, sino que pierden valor frente a las informaciones bien contadas. Consciente de ello no voy a presumir, nunca me ha gustado hacerlo, de haber acertado al cien por cien el pronóstico que hice el pasado domingo 18 de junio en el blog titulado «Fin de curso arbitral», donde anticipé a título de previsión y no de profecía, los ascensos a primera división de los árbitros Hernández Maeso, García Verdura y el mallorquín Busquets Ferrer, cuya meteórica carrera le ha llevado de Segunda a la Liga Santander en solo un año. ¡Felicidades!. No repetiré los argumentos expuestos en aquella ocasión que, en cualquier caso, se pueden recuperar en esta misma página web en la fecha indicada.
Las retiradas de Mateu Lahoz y Del Cerro Grande, este último trasferido al VOR, preveían dos huecos, pero me faltaba el tercero que ha resultado ser el descenso de Pizarro Gómez, que nunca debió subir, al que consuelan igualmente con un asiento en cabina a la que accede desde abajo el navarro Prieto Iglesias, otro que mal baila. Se han apagado las pantallas para Estrada Fernández, Medie Jiménez, González González y, al fin, para Ignacio Iglesias Villanueva. Al primero no le perdonan su personación en el «caso Negreira» y a los otros tres su demanda contra el CTA y la Federación por supuesto quebranto de sus derechos laborales.
He visto pasar a José Plaza, Sánchez Arminio, Velasco Carballo y ahora a Luis Medina Cantalejo como presidentes del Comité. Los mismos perros con los mismos collares. Salvo la profesionalización de los colegiados, nada ha cambiado. De ahí que mi quiniela no encierre mayor éxito ni mérito que el de demostrar lo previsibles que son en su empeño de gobernar el colectivo desde el secretismo y un falso corporativismo.