Un acto, un voto
Ya me parece fuera de contexto que el Consell Insular de Mallorca pague casi dos millones de euros al RCD Mallorca SAD, una entidad privada de capital extranjero, para que el estadio municipal en el que juega sus partidos y utiliza como sede social se llame como siempre, es decir Mallorca y Son Moix. Ya sabemos que en épocas pre electorales se acumulan los eventos y las obras institucionales como si el «One man, one vote», que comenzó a usar George Howell y se hizo lo que hoy se llamaría viral en las manifestaciones anti «apartheid», fuera reemplazado por un acto, cinco votos o diez, veinte o los que crean que consiguen.
Nada en contra de los vecinos de Cort, que tuvieron a bien distinguir en el año 2017 mi dedicación al deporte desde mi trayectoria informativa, lo cual no implica que, por respeto a la misma y a mi audiencia, deje de manifestar mi opinión, también sorpresa, ante determinadas situaciones cuanto menos curiosas.
Resulta que la presidenta Catalina Cladera convocó la XXI Gala de l’Esport para, según la nota facilitada por su departamento de comunicación, «reconeix els bons resultats de 93 joves esportistes mallorquins que han guanyat campionats nacionals i internacionals en una trentena de modalitats, el que mostra la bona salut de l’esport federat mallorquí». Dejemos aparte lo de la salud del deporte federado mallorquín, al parecer representado por el delfín de Miguel Bestard en la Federación Balear de Fútbol, Pep Sansó, a tenor de su presencia en una foto de familia tomada en el mismo escenario del Teatro de Inca.
Lo que me llama la atención es la concesión del Premi de Valors a deportistas de élite por su colaboración, entre los que figura el jugador del Mallorca Ludwig Augustinsson, que lleva dos meses en Palma, se irá probablemente dentro de otros dos y hemos de suponer que, juegue o no juegue, que más bien no, habrá colaborado hasta la extenuación para recibir tal reconocimiento, extensivo a sus compañeros Antonio Sánchez, Abdón Prats y Pablo Maffeo que, eso si, llevan más o todo el tiempo en lo suyo. No cabe pensar que, siendo 93 los galardonados, el objetivo fuera hacer bulto.
Es lo que tiene llevarse bien con la gente. Digo yo, aunque creo que con Muriqi o Kang-in Lee la expectación, no sé si el voto, hubiera sido mayor.