Visita a un ahogado prematuro
Pues vamos a ver cómo sale el toro, porque necesitado si lo está. Vamos que no está el horno para pepinos. Extraño comienzo de liga el del Leganés que se ha llevado por delante a Mauricio Pellegrino sin que la idea, los conceptos e incluso la plantilla, no hayan cambiado tanto de la pasada temporada a esta. Un empate en Valencia y otro en Butarque contra el Athletic a renglón seguido parecían obrar la reacción, pero no ha sido así y allí ha ganado hasta el pupas, llámese Atlético de Madrid como Levante u Osasuna.
Ultimamente había salido con tres centrales fijos y mayor competencia en los laterales, sobre todo el diestro entre Bustinza y Rosales. Roque Mesa intermitente en el centro del campo y una delantera en la que el único peligro llevaba la firma de En Nesyri, el ex del Málaga. Pero los malos resultados obligaron a muchos cambios y las lesiones de Marc Navarro, procedente del Espanyol y Szymanowsky, una de las figuras locales, han causado un estropicio moral no recuperado por las aportaciones de jugadores que debían haber ofrecido mayores prestaciones: Jose Arnaiz, Braithwaite, Juan Muñoz (Alcorcón) o Fede Varela (Rayo Majadahonda).
Luis Cembranos, sustituto provisional del técnico cesado, se enfrenta a una papeleta muy complicada porque el jueves visita el Santiago Bernabéu y para doblegar al Mallorca se necesita intensidad y talento a partes iguales.
A Vicente Moreno no le gustan las rotaciones, se las reserva para el banquillo. Esta vez el sacrificado ha sido Abdón. Solo viaja Alex Alegría como eventual recambio de Budimir. En cambio se une a la expedición Josep Señé, todavía inédito. Tampoco se desplaza Ariday, alejado de la confianza del mister en este primer tercio de competición. Las otras ausencias -Chavarría, Sedlar y Salibur- , Parera y Abdul aparte, no constituyen mayor sorpresa que la de sus respectivos fichajes.
Mal árbitro para la ocasión. La presencia del navarro Prieto Iglesias en primera división, tras haber descendido haces dos años, solo se explica, no justifica, por la retirada de su paisano y compañero de Comité, Undiano Mallenco. Generalmente paloma, palomita pero, por encima de todo, muy justito en todos los órdenes, tanto reglamentario como disciplinario y de criterio. Claro que, puestos a sufrirlo fuera, siempre es mejor en el campo de un modesto que en el de un grande.