Haced fútbol, no la guerra
Los datos son elocuentes. Pedraza ha participado en 34 partidos, pero solo ha disputado 19 completos. Lleva acumuladas 13 tarjetas amarillas más 1 roja, la de Riazor el jueves. Raillo ha jugado 33 veces de principio a fin y ha sido amonestado en 13 ocasiones y expulsado en 1. Sastre, tal vez el más discreto de los tres, suma 9 gualdas. En los tres casos llueve sobre mojado y los árbitros, aunque haya quien no crea en eso, lo saben. Por eso coincido plenamente con quienes afirman que las opciones del Mallorca de ascender a primera división pasan por la inteligencia y no por el estómago. Los de Vicente Moreno han demostrado que saben jugar al fútbol y, de hecho, lo hicieron en el partido de ida de la presente final de play off durante los veinte primeros minutos. Después, como por arte de magia, se acabó. La falta del medio de cierre bermellón no fue intencionada, pero si temeraria. Como otras. Pero aunque el árbitro designado para recibir de vuelta al Deportivo, Pizarro Gómez, peque bastante de paloma y no tenga nada de halcón, los jugadores locales, con el apoyo de su público, han de salir a hacer lo que mejor hacen: presionar, tocar, buscar el uno contra uno, apoyarse unos con otros y ser solidarios en defensa. No es tiempo ni lugar para guerras ni venganzas. Que el sentido común sea de nuevo el más común de los sentidos. Amén.
Por cierto, aunque no dudo ni por un instante de su entrega y profesionalidad, me parece inoportuno el anuncio de que Estupiñán jugará en el Osasuna la próxima temporada.