¡A los leones!
Como respondió Cúper al doctor Beltrán, que le quitaba hierro a los partidos contra el Barça y el Madrid, los puntos valen lo mismo ante cualquier rival. No es menos cierto que, aunque no creo mucho en el tópico de «esta no es nuestra liga» o expresiones parecidas, hay contrincantes a los que debes ganar para confirmar aspiraciones de permanencia y otros contra los que si pierdes no se cae el firmamento.
Tres partidos no son suficientes para valorar las opciones del Mallorca esta temporada. El Eibar es uno de los rivales a quien había que ganar y se hizo, a la Real Sociedad cabría derrotarla al menos en uno los dos partidos y perder en Valencia entrada en cualquier cálculo. A favor la capacidad de sacrificio y entrega de los pupilos de Vicente Moreno cuyo trabajo, el de ellos y el del técnico, está hoy fuera de toda duda. Claro que solo correr a veces no basta y ahí es donde el análisis se complica.
El Athlétic ha empezado bien, pero habitualmente no es tan fuerte fuera de casa como en San Mamés. Aun así siempre es mejor recibir al Valladolid, el Granada o el Leganés, por poner ejemplos de enemigos hipotéticamente asequibles, que afrontar el compromiso ante los otrora llamados «leones». Que sí es eso, un compromiso.
Gaizka Garitano consiguió remontar en la segunda mitad del pasado campeonato a un equipo adocenado y casi moribundo,.eliminado de la Copa en su día por el Formentera, dicho sea con todos los respetos y sin restar mérito a los pitiusos. La reacción todavía dura y aquella escuadra alejada del carácter que imprime Lezama ha recuperado sus principales características: solidez defensiva, inspiración en el laboratorio de ideas e individualidades ofensivas de talento. Y no pensamos en Aduriz, que también, sino en Wiliams o Muniaín entre otros. En su única salida desde agosto, pasó las de Caín para sostener un empate en el campo del «euro» Getafe, tras adelantarse con un gol de Raúl García. Un visitante que podrá ser más o menos peligroso, pero fácil ninguno.
Se supone que el anfitrión seguirá a lo suyo. La base, la mayoría de los que ya estaban. Dudas en el lateral izquierdo por la ausencia de Lumor durante toda la semana debido a trámites administrativos en su país y poco más.
Arbitra González Fuertes. No me gustaba nada en segunda división y de hecho no entendí su ascenso, aunque ya sabemos que los vericuetos del Comité son infinitos. Nació en Gijón hace 41 años y cumple su tercera temporada en la élite sin haber alcanzado grandes méritos. Tenía alas de paloma más que de halcón, pero estos bichos a veces cambian de plumaje en función de los árboles que les acogen. Ya saben. A los modestos no se les pita igual que a los grandes.