A punto de cerrar
No es la primera vez que llamo la atención sobre la aparente necesidad de valorar los fichajes de un club cualquiera sin haberlos visto en acción. Pueden ser muy buenos y no adaptarse al sistema del equipo, los métodos del entrenador o la empatía de sus nuevos compañeros. Influyen cantidad de factores y pequeños detalles.
Tenemos claros ejemplos sin salir de casa. Carlos Castro aterrizó en Palma con su equipaje repleto de elogios y cinco meses después ya está en la calle. En el extremo opuesto, Salva Sevilla ofrecía un montón de dudas por su edad y su última etapa en el Español y ha resultado un verdadero y agradable milagro. ¿En qué quedamos?.
Tal vez nos veamos obligados a reconocer que los agentes o intermediarios, como se les llamaba antes, atesoran más inteligencia que los directores deportivos, suponiendo que la responsabilidad de las contrataciones únicamente recaiga en ellos. Acertar es cada día más difícil. Como dije en mi anterior blog, del Mallorca salieron ya once de los veinte fichajes de la pasada temporada y en la actual ya contabilizamos alguno más y el plazo para comprar o vender es cuestión de horas.
Si, no es menos cierto que hay nombres que ilusionan a los aficionados más que otros, pero los medios de comunicación y los analistas deberíamos ser más prudentes.