Ahorros que salen caros

De Javier Aguirre me gusta que nunca justifica un resultado en la suerte o los árbitros, ni una cosa ni la otra «entrena conmigo» repite con frecuencia. Desde la frialdad añadiré que las sensaciones y las ocasiones tampoco suman puntos y aunque coincido que en el fútbol no hay justicia, sí creo que a lo largo de 38 jornadas cada equipo tiene lo que ha merecido.

Héctor Cúper decía que las victorias, los empates y las derrotas valen lo mismo desde el primer al último día de la competición y te enfrentes al líder o al colista. Lamentablemente algunos directores deportivos apuran al límite la contratación de jugadores, incluso con el campeonato en marcha, para ahorrar quizás un millón de euros al precio de reservar la pretemporada a solo la mitad de una plantilla carente  de quienes más tarde será sus pilares y con un desinterés tal que el Mallorca ha tardado diez jornadas y tres meses en parecerse algo a lo que era. Mal quien lo inspira y cómplice quién lo tolera.

Y ahora, mientras en los despachos se lavan las manos, el problema es de los de abajo y el primero e inminente se llama Getafe. Si antes de cerrar el primer tercio de la liga ya empiezas a tener que jugar finales, pintan bastos. Y la del sábado lo será. Y en cuanto a las oportunidades de gol, que por ahi hemos empezado, el admirado Luis Aragonés, quien afirmaba que «las asistencias se dan en el baloncesto, en el fútbol se dan pases», genio y figura, hubiera obligado a Larin a reproducir en el entrenamiento los mismos «mano a mano» que tuvo el sábado frente a Remiro, portero de la Real Sociedad,  hasta que no fallara ni uno. Con ello no quiero decir que no se lo hayan hecho. No lo sé, solo era una cábala.