¡Animo, salud y suerte!

Hoy quiero desde este blog enviar un fuerte abrazo a todas las personas que sufren en clínicas y hospitales, a sus familiares y a quienes les atienden. También a todas aquellas personas que lloran por la pérdida de seres queridos, a quienes celebrarán las fiestas navideñas en las cárceles de todo el mundo, a sus guardianes, a todos los servidores públicos o privados con la obligación de trabajar. Sin olvidar a los más pobres o desfavorecidos, a personas sin hogar, sin techo, sin ropa o alimentos, a la gente sin oportunidades, a los ignorados, a los indefensos, a todo aquel que se sienta desgraciado. Para todos ellos y los que me dejo, mis mejores deseos. Y a mis enemigos, que Dios les perdone o se perdonen a si mismos, ya que yo no soy nadie para hacerlo.

¡Animo, suerte y salud!