Anécdotas «Ciudad de Palma» (y II)
A falta de una presentación con caras nuevas y fichajes cualitativamente reconocibles, nos dedicaremos a rescatar de la memoria, no de los archivos, algunas anécdotas del Ciudad de Palma.
Contratados al efecto, el Real Madrid o el Barça no faltaron a una final. El sorteo previo, casualmente, les emparejaba con el participante más débil.
Los blaugrana de Cruyjff fueron invitados, pero el astro holandés no iba a jugar. Viajó con la expedición, pero no figuraba en la posible alineación en previsión de sufrir alguna lesión. Me enteré de todo ello al acudir al Hotel Son Vida en el que se alojaban y, como era mi obligación, redacté la información que se publicó en el ULTIMA HORA de la mañana siguiente. El enfado de la organización fue de tal magnitud que se me retiró la acreditación para acceder al estadio. La intervención de Santiago Coll, a la sazón presidente de la Penya Blaugrana de Mallorca, resultó decisiva para reconducir el caso.
En un partido contra un equipo belga Benito, defensa central del Madrid, mandó al hospital a un joven delantero de un equipo belga tras una durísima entrada que le partió tibia y peroné. La desgracia del conjunto flamenco no terminó ahí ya que el árbitro señaló el final del encuentro con 1-0 a favor de los merengues, cuando iban a recibir un saque de esquina en su contra.
Se formaban grandes altercados en las puertas de acceso al Lluis Sitjar debido a los derechos de sus accionistas. La organización no les permitía entrar sin exhibir el título de propiedad en cuestión y por una única entrada. Muchos desistían.
En un partido entre un equipo brasileño, puede que el Flamengo pues no lo recuerdo con exactitud y el San Lorenzo de Almagro, se montó una tangana monumental. Una batalla campal entre los jugadores de ambos equipos en la que tuvo que intervenir incluso la policía nacional. El espectáculo acabó antes de hora después de una larga interrupción.
Se dispuso que la presentación del Mallorca para la temporada inminente se efectuara en los prolegómenos del primer partido. Dicha tradición se mantuvo durante la presidencia de Vicenç Grande, ya en Son Moix, una velada transmitida por la televisión autonómica en medio de un espectáculo de dimonis y fuegos, que derivó en una sonora bronca cuando se supo que el jugador Borja Valero había sido traspasado aquella misma tarde.
Siempre se procuraba que pitara algún árbitro mallorquín. Pascual Segura, de Segunda, dirigía el encuentro menos trascendente. Riera Morro, Borrás del Barrio o Doménech Riera se encargaban del otro, si bien para la final la Federación enviaba a un colegiado de primera división desde la Península.
Clasificación histórica:
R.Mallorca, 11 trofeos
C.F. Barcelona, 5
R.Madrid, 4
CSKA de Sofia, 2
Spartak de Moscú, 2
Levante U.D. , 2
Con uno: Selección Hungria, Betis, Flamengo, PSG, U.C. Chile, Gremio, Botafogo, Fortuna Dusseldorf, Valencia,Vasco de Gama, Atlético, Bayer Leverkussen, Hertha de Berlín, Inter de Milan, PSV Eindhoven, Nápoles, Hamburgo, Recreativo de Huelva y Granada.