Aspirantes a la palestra

Esto es lo que escribí antes del partido del jueves acerca del colegiado: «arbitra el canario Pulido Santana. No se complica la vida, virtud muy apreciada por el Comité en este tipo de partidos. Lo tiene que ver muy claro para pitar algo en las áreas y tampoco tensa el ambiente a tarjetazo limpio. Es un colegiado joven, cumplirá 36 años en agosto, y todavía tiene recorrido. Se examina en este choque de ida». Creo que no me equivoqué ni un pelo, ignoró todo lo que ocurría en el rectángulo fatídico y amonestó más la protesta que el juego duro. Obviamente no pasó el examen, aunque los caminos del Comité son, como los del Señor, infinitos.

Bien, es el turno de réplica para el Málaga tras la épica remontada del Deportivo en Riazor el pasado miércoles. No creo que Martí haya tenido tiempo de cambiar muchas cosas, pero ha inyectado a sus jugadores una moral que habían perdido. Los andaluces dependen mucho de Ontíveros. Su fútbol ofensivo pasa indefectiblemente por sus botas y su lado. Es de suponer que tenga una vigilancia especial porque sin su concurso los andaluces pintan bastos. Su defensa quedó en evidencia, igual que el portero, el marroquí Munir. Internacional, si; pero sobrevalorado. En fin, no es nuestra guerra. O si. Porque en suma de entre estos dos saldrá el finalista que acompañe al Mallorca. Una cosa está clara, será blanquiazul. Y si, me mojo, aunque ya lo había hecho como atestiguan mis blogs anteriores, por los de Vicente Moreno.