Baile de árbitros

No, no está promoviendo un cuerpo independiente de asistentes de VAR que sería lo deseable. Es evidente que los árbitros prefieren tener en la cabina a sus propios colegas y van colocando a quienes cuelgan el silbato o descienden por baja puntuación, o sea por malos. Así se mantiene el ejército paniaguado al que Mateu Alemany, cuando quería ser presidente de la Federación Española, definió como «el brazo armado de Villar». Ahora se supone que al servicio de Rubiales o de si mismos, dado que tanto el mallorquín como su entonces aliado, Javier Tebas, encontraron colocación bien remunerada.

Esta temporada cumplían la edad reglamentaria para retirarse Del Cerro Grande, árbitro español en la Eurocopa, y Estrada Fernández. Ya dijimos que el Comité había derogado la jubilación forzosa, al estilo Pedro Sánchez, y por tanto ambos podían continuar. Pero solamente lo va a hacer el primero, al segundo, lo destinan al vídeo, igual que a su paisano, ambos de Catalunya, Medié Jimenez que, por malo, cambiará el pito por la cámara. Mira que se ponen ridículos con sus maillots de Wurth y pantalón corto delante de la tele. ¡Pónganles al menos un chándal, hombre!.

La plaza FIFA vacante la ocupará Soto Grado, de la Rioja. Un buen árbitro por una vez. Los catalanes cesantes dejan sus huecos en manos de Muñiz Ruiz, ya que Galicia carecía de representante desde el descenso de Ignacio Iglesias Villanueva y a su hermano no hay quien le ascienda, y a otro madrileño, faltaría más, Ortiz Arias. Las designaciones para los «play off» de Segunda suelen dar muchas pistas, aunque ninguno de los dos estuvo en la final.

¿Baleares?. Si, también existe. Pero solamente para responder «si señor» a sus excelencias Rubiales y Velasco. Ciertos cargos acarrean sumisión.