Cosas que no pintan bien
He visto un resultado, el del Atlético Baleares en el feudo del penúltimo, y dos partidos, el del Ibiza en Villarreal y el inaugural del Mundial 2022, Quatar-Ecuador. Y si, permanezco vivo y consciente.
Pasaré por alto el empate blanquiazul, que sabe a poco o nada, en Calahorra, dado el «esto ya no es lo que era» entonado por el propio presidente Ingo Volkmann. Pero me preocupa la nueva derrota ibicenca, equipo en posiciones de descenso después de haberlo puesto en manos de un cuerpo técnico inexperto y debutante en una categoría tan exigente como la Segunda A, para sustituirlo por todo lo contrario, Anquela, un técnico de vuelta, curado de espantos y anclado en aquel ascenso del Alcorcón que, de otro lado, ha regresado a la casilla de salida. No se puede pasar de la A la Z sin recorrer todo el abecedario y tratar de enmendar una equivocación acudiendo al extremo opuesto es terreno abonado para cometer dos. No pinta bien.
Ya lo de la pachanga de Doha se parecía a un partido de Tercera Federación con el estadio lleno. No será el único «empastre» (espectáculo de toreo cómico) que veremos a mayor satisfacción de la FIFA, empeñada en meter más selecciones en la fase final o, lo que es igual, recaudar más dinero proceda de dónde y de qué proceda. Como aquella campaña de los plátanos: uno cada día y mejor dos. Una competición nueva cada año y cuantas más mejor, a costa de quien sea y de lo que sea. Acorde con el signo de los tiempos