De conferencias y conferenciantes

Comenzando por Serra Ferrer, sin duda el primero, y siguiendo por Vicente Engonga, Miquel Soler, Carlos Martínez, Nico López, Luis Espinosa, Oscar Troya y los que me dejo en el tintero sin olvidarme del ibicenco Darder y algunos más, la Federación Balear de Fútbol o Federación de Fútbol de les Illes Balears como les gusta ser llamados ahora, tiene una larga relación de técnicos a los que pedir cátedra para los aspirantes a sentarse en los banquillos a dirigir equipos de distintas categorías. Pero no, no es les ha ocurrido otra cosa que irse a Galicia, Andalucía o Murcia, donde quiera que estuviera David Vidal, calificado como carismático en la propia web federativa, para protagonizar una sesión formativa para entrenadores.

El carisma se adquiere en base a una cierta autoridad moral y una alta credibilidad, virtudes intrínsecas en algunos de los señalados en el párrafo anterior, pero no precisamente en el profesional gallego al que podemos reconocer simpatía, ocurrencia, desparpajo  y hasta descaro en el desempeño de su labor, pero vendernos su aura para concederle palmas como invitado de honor se supone que con la intención de seducir a la concurrencia, sino despertar su interés y admiración, solo se le puede ocurrir a Miguel Bestard, correveidile de Villar primero, Rubiales después y de todo lo que proceda de la central de Las Rozas. Bueno, ocurrir, lo que se dice ocurrir, habría sido idea de otro de sus adlátares, quizás el próximo inquilino de Son Malferit, ubicación de la que el presidente, ufano en la instantánea innecesaria para adornar el expediente.  no saldrá hasta que el cuerpo aguante, como el del propio David Vidal.