De mercado a mercadillo

Todavía es pronto y, de otro lado, era previsible que el mercado se moviera menos de lo habitual. Un somero repaso a la relación de altas y bajas de los equipos que jugarán en primera división la próxima temporada refleja una clara mayoría de bajas sobre las altas, entre las cuales aun se habrán de producir cesiones que aligerarán las nóminas de unos y aumentarán los gastos de otros. Pero ahora mismo y a ojo de buen cubero, los fichajes apenas alcanzan la mitad de los despidos o finalizaciones de contratos en una proporción aproximada de cien a sesenta.

Alavés, Celta, Granada y Getafe lideran el grupo de los que han reducido sus plantillas. No cabe destacar grandes aumentos, por ejemplo el del Real Madrid, que solamente ha fichado a Alaba y busca destino a los Kubo, Ceballos, Vallejo, Jovic y quien sabe si Bale y Odegaard. Es más, en estos momentos se baraja la venta de Varane. Se ha movido el Atlético, su segundo rival -el primero es el Barça- con sus apuestas por Marcos Paulo y De Paul, aunque ha dejado a Vitolo que no se moverá de la capital e invernará en Getafe.

Laporta mueve sus hilos despacio. Castiga a Ilaix, mientras firma a Depay, Eric García, el Kun Agüero y Emerson a la espera de oficializar la continuidad de Messi y la salida de Griezman. Su vecino, el Espanyol, anda con pies de plomo, se queda con cuatro que ya tenía cedidos y se ha traido a uno del Mirandés. Si recuerda sus peticiones al Mallorca, Vicente Moreno no debe andar muy contento.

La verdad es que no se han dado noticias deslumbrantes. El Villarreal se ha llevado al central del Betis, Mandi, el Sevilla al portero del Eibar, Dmitrovic y los de Pellegrini al portero del Granada, Rui Silva, mientras Bacca releva a Soldado, que se ha ido con sus bártulos al Levante, en el equipo nazarí. Por la parte que nos toca, Pedro Bigas, reconvertido en central, se enfrentará al Mallorca con la camiseta del Elche.

Pero bueno, falta casi un mes para que se alce el telón y y uno y medio para que los tenderetes cierren hasta enero. Lo mejor o lo peor, ya se verá, está por llegar.