De vergüenza
Ya he comentado anteriormente que a Maheta Molango le molesta todo aquel que pueda opinar diferente o se oponga a su nefasta gestión, ya sea empleado, ex mallorquinista, abonado o periodista. Sin embargo no da un solo paso que permita edulcorar la información. Ayer mismo me contaron que el público interesado en adquirir abonos de cara a la temporada en ciernes no puede ni elegir la zona del campo en la que desea ubicarse. Si el año pasado se cerraron parcialmente las gradas de Son Moix, la conocidas como «Sol Alta» permanecen selladas y, aun peor, a un abonado, y supongo que alguno más, le dijeron que no la abrirían porque ello supondría reducir aun más el límite salarial. ¡Vergonzoso es poco!.
Y es que parece que ni los dueños ni sus ejecutivos tuvieran la menor responsabilidad en el baremo autorizado por la LFP cuando fueron ellos quienes descendieron al equipo y cuando han sido ellos quienes han despedido a más de 30 trabajadores, algunos bastante más bermellones que los inversores al uso. Ya está bien de vender motos a una afición que soporta con excesiva resignación el engaño permanente al que se ve sometida. Al bajar a Segunda B sabían perfectamente que, en caso de regresar al fútbol profesional, el límite salarial sería el que es y, por añadidura, aumentarlo es tan sencillo como justificar mayores ingresos o menos gastos: más ventas publicitarias, reducción de nóminas en la planta noble o, sin hilar muy fino, una sencilla ampliación de capital.
Pregúntense por qué el Zaragoza, el Osasuna, el Málaga, el Córdoba, el Deportivo, el Sporting o Las Palmas superan de largo el número de abonados del Mallorca. Quizás en las líneas precedentes tengan la respuesta. Los cines, por desgracia, tampoco se llenan, pero no condenan o tapan la mitad de sus butacas.
Nota: El árbitro de Puertollano Dámaso Arcediano Monescillo dirigirá el partido del domingo contra Osasuna. Será su octava temporada en Segunda A, en varias ocasiones ha estado a punto de ascender, pero nunca lo ha logrado pese a que en distintas temporadas le dieron partidos de play off. A sus 34 años se ha moderado mucho aunque en sus últimos siete encuentros mostró una media de 8 tarjetas en cada uno. De talante más bien casero, su última actuación con victoria forastera se remonta al mes de noviembre del 2017. Las 10 más recientes acabaron con un «1» en la quiniela.