Desaparecidos (3-1 en Vallecas)

El Rayo perdonó al Mallorca una goleada humillante antes de que Abdón pintarrajeara, más que maquillar, una derrota más dolorosa por la mala imagen ofrecida. A los 20 minutos los de casa ya mandaban claramente en el marcador con goles de Sergi Guardiola y Alvaro y se tomaron el resto como un ejercicio de temple y mando sin causar más daño del estrictamente necesario ante un visitante sin defensa y un ataque de juguete.

ALINEACIONES:

Rayo V.- Dimitrievsky (1), Balliu (2), Saveljich (1), Catena (1), Fran García (2), Oscar V. (1), Comesaña (2), Isi (1), Trejo (2), Alvaro (2), S.Guardiola (2).

Minuto 67, Unai López (1) y Bebé (0) por Trejo y S.Guardiola. Minuto 72, Pozo (0) por Comesaña. Minuto 84, Andrés (-) por Isi y Rodrigues (-) por Alvaro.

R.Mallorca.- Reina (0), Maffeo (1), Valjent (0), Russo (0), Oliván (1), Battaglia (0), Galarreta (0), A. Sánchez (0), Kang-in Lee (1), Dani R. (0) y Fer Niño (0).

Minuto 54, Mboula (0) por Kang-in Lee y Angel (1) por Fer Niño. Minuto 69, Febas (0) por Galarreta y Amath (1) por A. Sánchez. Minuto 80, Abdón (-) por Dani Rodríguez.

ARBITRO:

Figueroa Vázquez (1), de Sevilla. Pitar dejando jugar no es fácil y algunos se apuntan a la moda sin criterio claro ni suficiente. Claro el penalti señalado contra el Mallorca, eso si. Enseñó cartulinas amarillas a Oscar V., Trejo y Sergi Guardiola, por los madrileños y a Oliván y Kang-in Lee por los forasteros.

GOLES:

Minuto 15, Comesaña filtra un pase entre los centrales al que llega Sergi Guardiola antes que Russo, Maffeo rompe el fuera de juego, y el delantero cruza suave ante la salida vencida de Reina. 1-0

Minuto 19, la defensa del Rayo rechaza en largo un saque lateral frente a su propia área, corre Alvaro más que Valjent y , ya en el área, toca suave entre el eslovaco y Reina 2-0

Minuto 62, Sergi Guardiola se zafa de Valjent dentro del área, este le tira de la camiseta y le derriba y Figueroa, atento, marca pena máxima. Trejo transforma al estilo Panenka. 3-0

Minuto 88, Pozo pierde un balón en medio campo, avanza Angel con la zaga del Rayo desplegada y cede a Abdón que marca, solo, a placer. 3-1

MENOS SENSACIONES Y MAS EXIGENCIA

Los partidos se pueden ganar o perder de muchas maneras, incluso empatar. Algunos, como el de Vallecas, muestran síntomas dignos de causar preocupación en el caso del derrotado y explican la sana influencia de una dinámica ganadora en la confianza del triunfador.

Los de Luis García Plaza llevan seis jornadas sin ganar y si nos detenemos a analizar lo ocurrido hace algo más de una semana en Palma contra el Elche, sumado a lo de la fría noche en la capital, concluiremos en que el bache no parece casual.

Hubo muchos, demasiados, jugadores que aunque se vistieran de corto, ni salieron al campo. Y si, se notó la baja de Baba pero no por las menores prestaciones de su sustituto, Battaglia, sino por la desorientación permanente de Valjent y Russo que no sabían si cubrir los huecos a la espalda de los laterales o salir al paso de los contrarios que venían de frente. Raillo ponía orden en esta línea y también salida. Reina ya nada. Pero el central andaluz cerraba espacios que ahora le quedan muy grandes al central argentino y, no lo olvidemos, cuando el enemigo cuenta con buenos «aleros», como era el caso, ni Maffeo ni Oliván dan a basto sin la ayuda del ghanés.

Con un doble pivote muy limitado, los centrocampistas franjirojos se recrearon en su dominio. Primero superaron la presión adelantada de Niño, Dani, Lee y Sánchez, a base de balones largos que terminaban a pies de sus compañeros en primera o segunda jugada. No hace falta repetir lo retratada que quedó la zaga bermellona en los dos primeros goles que no fueron más porque, pese a todo, la artillería vallecana tampoco anda sobrada de puntería.

El único tiro balear sobre la meta local no llegó hasta los 32 minutos y por mediación de Kang-in Lee, un náufrago solitario en la isla desierta de su equipo. Nunca encontró colaboración a derecha o izquierda y aun menos en su compañero más adelantado, Fer Niño. Sánchez y Dani más pendientes de las subidas de sus laterales, Balliu y Fran García, que de otra cosa.

A partir del segundo gol, un correcalles. Iraola mandó a los suyos a conservar y aún así marcaron el tercero y les anularon, justamente, otros dos. Para terminarlo de arreglar Luis García Plaza, desde su cabina y en contemplación de sus «siete bajas», sustituía al coreano. Solo faltaba Febas, que también salió. Es lo que pasa cuando uno se complace en las sensaciones en lugar de elevar el listón de la exigencia.