Desigualdad de fuerzas

Con la decisión tomada de que Bergstrom juegue en la Cartuja «porque es nuestro segundo portero», Arrasate insiste en reencontrar al Mallorca del segundo tiempo en Sevilla, del primero ante el Levante, al tiempo que reniega de los 45 minutos iniciales de su equipo en el feudo de un contrario de Regional. Ya nos conformamos con medio partido. Igual es que no hay plantilla para más y el trío calavera -Kohlberg, Díaz, Ortells- tan contentos.

Por si acaso viaja un tercer cancerbero, Nil, el del Mallorca B, por si las moscas. «A medida que pasen las semanas sin Leo, que espero no sean muchas, ya iremos viendo». Todo un consuelo antes visitar al Real Betis, uno de los equipos del campeonato que más llega y remata. A todo eso aun sin Kombulla, ni Lato, porque las lesiones van siempre para rato. Recordemos los períodos de ausencia de Robert Navarro y Muriqi durante el ejercicio anterior, por no citar a Asano, un partido si y dos no.

Pellegrini no dispone de Isco, el «Chimmy» Avila ni Junior Firpo. Tampoco les echa de menos, tiene mimbres para confeccionar dos cestos. Un anfitrión herido, derrotado por el Atlético hace una semana, contra un visitante enfermo. Cruda y nada edificante realidad. Antony y Abde, con quien Maffeo ya soñó hace poco más de un año, abren el campo, para terminar en diagonal y favorecer las incorporaciones de Bellerin y, en esta ocasión, Ricardo Rodríguez. El británico y Lo Celso, uno de los que acompañan a Marc Roca y Fornals en el centro del campo, cabalgan con sus cañones cargados. La alineación de Amrabat es dudosa. Las de Bartra y Natan, los centrales vigilantes del kosovar, parecen firmes.

El once del Mallorca es fácil de suponer. Que la de portero sea la única demarcación en duda, ahora, no precisa mayor explicación, una circunstancia inconfundible con la apariencia de que, a veces, parezca que solamente salen diez e incluso nueve.

Jesús Gil Manzano, 41 años, de Badajoz (Don Benito) e internacional fue una garantía en el pasado. Aunque mantenga sus privilegios, ya no. Va un «pelín» de sobradillo, hace tiempo que dejó de ser el número uno. Sumiso y rendido a los mandatos federativos, uno de los que ovacionaron a Rubiales.  Coherente con su trayectoria tiende más al poderoso que al frágil. En la 2024-25: Mallorca ,1- Barça, 5 y Betis, 3- Real Sociedad, 0. En este curso Celta, 1- Betis, 1. Poco tarjetero, igual que escasamente dialogante.

mallorcainforma.com