Echale la culpa al móvil

Leo, oigo y veo lo que algunos dicen, que el Mallorca  necesita o busca un delantero centro de cara al mercado de invierno. Por si alguien no lo recuerda tiene cuatro y tres de ellos -Angel, Fer Niño y Hoppe- fichados el pasado verano. De ser así tendríamos que concluir que alguien de la dirección deportiva se ha columpiado.

Está claro que la efervescencia con la que empezó el equipo no se podía mantener mucho tiempo. Un buen arranque siempre resulta conveniente, aunque a veces el cálculo falla por exceso y entonces la caída se hace más evidente. Pero, aunque cada vez quede menos, todavía hay un poco de colchón y en el horizonte de los cinco partidos que restan para alcanzar el ecuador del campeonato no hay obstáculos insalvables salvo, según la teoría de García Plaza antes de visitar al Real Madrid, el Atlético de Madrid y el Barcelona.

Tranquilidad y calma, eso recomienda siempre uno de mis hermanos. Sin ellas no es posible extraer conclusiones certeras. Desde la serenidad ya digo que con Reina de portero hay poco que pelar. Mi amigo Emilio Pérez de Rozas hace tiempo que me insiste en ello. De hecho ya lo hacía la pasada temporada. Pero ahora mismo los dos centrales son de chiste, sobre todo Russo. Difícil entender lo que le ocurre a Martin Valjent más allá de que no esté Baba porque, querido míster, Sedlar en su posición antes que Battaglia y no es por jugar a hacer alineaciones. Y hablando de chistes ¿qué me dicen del de justificar la sustitución de Kang-in Lee en Vallecas por un fallo del teléfono móvil?. Se impone una reclamación a Movistar o Vodafone o a quien sea.

Bromas aparte, un amigo me dice que a veces soy demasiado cáustico, conviene recuperar cuanto antes a Kubo, menos decisivo de lo que parece, y mirar hacia los despachos con un poco más de exigencia, que «Mr Marshall» Sarver entró y sobrevive en país conquistado y sumiso.