El cáncer del arbitraje
Solo el Barça, el Villarreal y el Betis han encajado menos goles que el Mallorca, aunque no es menos cierto que únicamente al Elche, el Cádiz y el Valladolid han marcado menos. Algo tendrá el agua a estas alturas de la competición, cuando la bendicen. Tal vez no sean zagueros lo que necesita el equipo, sino algún refuerzo en el centro del campo.
Pero ho no iba a hablar de Javier Aguirre y los suyos, sino de los árbitros y su jefe porque Medina Cantalejo, el designado por Rubiales, todavía primer espada del fútbol español, para presidir el Comité y no precisamente por votación de los otros colegiados, reunió a los asistentes para recordarles que lo sucedido en el Cádiz-Elche con un gol concedido a este último pese al fuera de juego de Ezequiel Ponce, «no puede volver a ocurrir». Y ya está, con esto y una semanita en la nevera para Ignacio Iglesias Villanueva y Diaz de Mera, los del VAR, asunto zanjado.
¿De verdad pretenden hacernos creer que cuatro ojos en el campo, los del Del Cerro y la ayudante Guadalupe Porras, más los cuatro de los mencionados en cabina, sin contar al técnico, en total ocho ojos con todos los medios a su alcance no son capaces de ver lo que alcanzaría un espectador neófito desde la última fila de la grada superior?. A otro perro con ese hueso.
Todo un internacional, Martínez Munuera, autorizó el comienzo del segundo tiempo del Sporting-Valencia de Copa con tres jugadores locales que aun no estaban sobre el terreno de juego y acabo de ver la desastrosa actuación del asturiano Gonzáles Fuertes en el Espanyol-Betis, de auténtica vergüenza. Y no es que los pobres árbitros sean mejores o peores, hay de todo como en la viña del Señor, sino que el cáncer sobrevive en la cúpula de la organización desde hace años y el sistema.
Al presidente del Cádiz le han abierto expediente aun con la razón de su parte, pero a Iglesias Villanueva, que ya fue el peor «pitero» que ha pasado por primera división y a Diaz de Mera, que va en camino, les dan una semanita de vacaciones que a nadie le vienen mal. Pero de lo lógico, que sería congelar a Del Cerro y su asistente, retirar al gallego de toda actividad y al manchego descenderlo automáticamente a Segunda, no. De eso nada de nada.