El dinero, sobre el césped

Se le atribuye a Johan Cruijff haber afirmado que el dinero de los clubs debe estar expuesto sobre el terreno de juego. No cabe dudar de que efectivamente fuera el padre de tan sensato consejo, pero a la vista de lo poco que así se plasma nunca podremos conferirle dotes proféticas al aserto.

El Mallorca, sin ningún ánimo de generar polémica cuando aun tiene opciones de proclamarse campeón de Segunda, sirve de claro ejemplo. No fue coherente pagarle a Maheta Molango un pastón que no cobraban los jugadores ni el entrenador, como tampoco lo parece destinar medio millón de euros al director deportivo para sacarle del Villarreal y seguir jugando con la mayor parte de la plantilla de Segunda B, ni gastarse el mínimo para reunir un equipo más competitivo con la intención de consolidar el proyecto en primera división.

En efecto las cantidades que perciben los futbolistas es en muchos casos desorbitada pero, en su descargo, digamos que no más que las que se pagan a ciertos ejecutivos. Dicen que por la carga de responsabilidad que asumen. Luis Aragonés afirmaba que la presión se la ponía él mismo y Héctor Cúper que para agobio el que sufre el padre de familia cuyo sueldo no cubre sus necesidades hasta la próxima paga.

Para no salirnos de lo que tenemos más cerca, lo único que resaltamos es que pienso, creo, estoy convencido de que al mallorquinismo le gustaría ver el alcance de la inversión americana sobre el césped de Son Moix y no solo sobre la mesa de algunos despachos o, si se tercia y a beneficio de la duda, en ambas áreas.