La esencia del fútbol
Las grandes estrellas desde Pelé (Cosmos) a Messi (Inter Miami) han terminado sus rutilantes carreras en los Estados Unidos atraídos por el brillo del dólar, pero el «soccer», nuestro fútbol, no ha pasado de ser una moda cuyo impacto allí no se puede extrapolar a Europa. La FIFA, vigilante de su pasado, presente y futuro económicos, lo sabe porque el fenómeno futbolero no procede de una confrontación entre firmas comerciales, sino de los sentimientos originados en el sentido de la permanencia a un territorio y de ahí su oposición, tal vez inútil, al desembarco de los fondos de inversión. Su negocio, su verdadero comercio, reside en las competiciones internacionales, la Copa del Mundo, las competiciones intercontinentales, en suma de las selecciones a través de las que se enfrentan países y naciones en el ámbito del honor.
La problemática del fútbol europeo pasa por la mala gestión administrativa. Han tenido que venir los dueños de cuentas ajenas para sanear las propias, sin conseguirlo en algunos casos. Pan para hoy y hambre para mañana, porque la pérdida de identidad arrastrará a los clubs a una paulatina y funeraria procesión. Los aficionados ávidos de victoria unidos a unos colores por su colección de triunfos o trofeos, son veletas que giran según sopla el viento, pero no forman parte de la masa social de ninguna entidad. Cada equipo se sostiene en el riego cotidiano y cuidados permanentes de sus raíces que, de secarse, determinan la caída del árbol. Se puede ser del Madrid sin ser de Madrid o del Barça sin ser de Barcelona, pero ya costaría mucho más encontrar seguidores del Cádiz fuera de la «Tacita de plata» o del mismísimo Mallorca sin ir más lejos que de la vecina Eivissa. Por eso ni un solo club estado, como se les llama a los de capital árabe, ha intentado cambiar de sede, ciudad o territorio.
El masificado éxito de este deporte redirigido a negocio, proviene de la defensa de los valores que cada cual reconoce o aprecia en su necesaria proximidad. Es la teoría de los círculos concéntricos aplicada al fútbol: 1) Mi casa, 2) mi calle, 3) mi barrio, 4) mi ciudad 5) mi país…….Y sí, podemos jugar partidos de Nike contra Adidas o Philips frente a Sony, pero esto, con perdón, ya no es fútbol, sino otra cosa aun sin bautizar.