El pontífice arbitral
Con la que está cayendo en lo que llevamos de temporada, se necesita mucho desahogo para salir en rueda de prensa y pretender convencernos de que los arbitrajes del primer tercio de liga han sido muy buenos. El presidente del Comité Técnico de Arbitros designado por Luis Rubiales y tan contento con su sucesor provisional, Pedro Rocha, no cambia de opinión. Según Luis Medina Cantalejo siempre lo hacen bien, el caso Negreira es una exageración de un juez que perjudica la imagen de su colectivo y nadie tiene que protestar, mucho menos los jugadores a los que acusa de «mobbing» sobre sus eficaces, justos e imparciales discípulos. Hasta añade que, de acuerdo con sus instrucciones, se señalan menos «penaltitos». De no ser porque confiesa que no va a ningún partido, no lee nada, eso ya nos lo temíamos, y sí sabe pero no contesta, pensaríamos que vive otra realidad. Perdón, la vive.
Luego deja el micrófono a Undiano Mallenco, qué buen árbitro en el campo pero no fuera de él, y Clos Gómez que se lían a ofrecer datos y porcentajes que no significan absolutamente nada o, si, para establecer estadísticas que tampoco conducen a ninguna parte. Sánchez Martínez se adhiere al silencio sepulcral antes y después de los partidos. Para no escuchar las conversaciones desde el VAR se esconden en una normativa de la IFAF, como observarán las mismas siglas de la FIFA pero revueltas. O la IFAB, que para el caso es lo mismo. Ni la diferencia entre los «piteros» de Primera, que cobran una pasta, y los que se meten en campos infectos ante padres infames sin protección ni policial, ni de sus patrones. Eso es desigualdad y no la de Irene Montero.
Mateu Lahoz ha sido declarado enemigo público. Hernández Hernández afirma que hace nueve meses que quiere hablar, pero no le dejan. De Burgos Bengoetxea promete que nunca más hablará con los entrenadores para explicar sus decisiones. Prioridad al protocolo. Nadie, nadie, explica el por qué de equivocaciones mayúsculas o el desigual criterio para la intervención desde el VOR. Para que todo siga igual, un madrileño, por muy inscrito en el Comité Balear que esté, Cuadra Fernández, pitará este fin de semana el Cádiz-Real Madrid. ¿Cuándo se acabará tanta comedia?. No hay quien lo pregunte, ni cabe esperar respuesta.