En honor a la «marca»

Para que se hagan ustedes una idea: de las 93 ligas disputadas hasta la fecha, 63 se las han repartido el Real Madrid y el Barcelona, con una ventaja para los primeros de 36 a 27. Solo siete equipos han logrado el título en las 30 restantes. Calculen ustedes mismos los porcentajes.

Si nos vamos a la Supercopa, los de la «marca España», se han llevado 27 de 14. Las migajas, como el reparto del dinero, otra vez entre siete ganadores entre los que se encuentra el Mallorca, cuando se dilucidaba a ida y vuelta solo entre los campeones de cada competición, como subcampeón de Copa ya que el Barça también había ganado la liga. Las cuatro celebradas en Arabia Saudí han sido conquistadas, cómo no, por el Real Madrid o el Barça (2-2). A ver si no entendemos para qué pagan los saudíes.

De los 40 «kilos» que les cuesta, 20 son para la Real Federación Española de Fútbol, de la otra mitad se deducen los 6 o 7 millones fijos para merengues y culés, con una limosna de 1 para el convidado de piedra, adivinen, y 1,5 para el Athletic, que podría llegar a dos si gana. Entiendan el condicional. Si no les salen las cuentas, incluyan los gastos inherentes y los «royalties» de Piqué y cia.

Andy Kohlberg y sus muchachos han fletado un avión para 300 pasajeros. Hasta los jugadores viajan con pareja, los que la tengan. Abonados, setenta agraciados. O sea que entre técnicos, autoridades, una decena de informadores (periodistas) e invitados de distinta consideración, completamos el aforo. A pesar de todo, en minoría, igual que en la final de la Copa del Rey.

A modo de anécdota, les contaré que Antonio Oviedo Saldaña, con buen criterio, acabó con el transporte gratuito de los enviados especiales, Marc Verger y un servidor éramos los únicos fijos, en el mismo autocar que los jugadores. Muchos años más tarde, a finales de los 90’s, el club impuso a la agencia de viajes organizadora de los desplazamientos que los representantes de los medios de comunicación, ya muchos más entre emisoras de radio y televisión y periódicos, no se alojaran en el mismo hotel que la expedición del club, aunque si se sumaban a los vuelos para alcanzar el cupo necesario con el fin de aplicar los descuentos. Un presidente, por cierto, evitaba regresar con el equipo en caso de derrota; o sea, muchas veces.

Bueno, omitiremos referencias negativas en alusión a la ilusión, solo cambia una letra, que los partidos causan en plantilla y técnico y las vacaciones al resto, porque los jugadores ya se las tomaron en Pontevedra, una drástica medida para no tener que volver a Arabia dentro de un año.