Erre que erre
El presidente de la Federación Balear de Fútbol me aclara por whats app a primera hora de la mañana que de los 220 censados para votar sobre la propuesta de Luis Rubiales en relación a terminar o no la temporada y decidir ascensos y descensos según la misma, se recibieron 200 respuestas. Aclarado, gracias. Esta no era la cuestión, más allá de las anécdotas que admite.
Antes de continuar con el asunto, recordemos que en Inglaterra se dio ya por finalizada la competición en todas las categorías no profesionales, gracioso eufemismo, sin homologar su clasificación ni sus resultados. En otras palabras, campeonatos anulados, no asciende ni desciende nadie y ya nos vemos el año que viene. O cuando sea.
Aquí las cosas funcionan de otra manera. No se crean que a la propuesta de la Federación Española no le ha salido réplica, no. Incluso, cómo no, de LFP y Javier Tebas que propone una Segunda B de dos grupos con los cuatro descendidos de Segunda A, más los cuatro primeros clasificados de caza zona. El resto, con los necesarios de Tercera, cinco, si cinco, nuevos corros de Segunda C. A este paso acabamos el abecedario.
Unos y otros ignoran normas básicas fundamentales, de ahí que, fútbol balear aparte, en todas partes no piensen lo mismo. No se pueden cambiar sobre la marcha las reglas por las que se disputa un torneo que comenzó con otras distintas. Ni tampoco reestructurar categorías sin mediar la aprobación de la correspondiente Asamblea, por mucho que cada federación controle la suya.
Me gustaría incidir en que la Segunda B es la máxima categoría sobre la que la Federación Española de Fútbol gobierna. De ahí su interés. Pero este sería otro debate, como el de la economía sumergida apuntada por el entrenador del Las Rozas en el confilegal.com, y mi amigo Emilio Pérez de Rozas me riñe si escribo más de 3.000 caracteres. Y nunca cuento los que llevo.
Reflexión: Acuerdan que sea el Ministerio de Sanidad el que decida la reanudación de la liga. ¡Uy, qué miedo me da!.