¡Es la guerra!, cuerpo a tierra

La política alcanza todos los rincones y el fútbol no está exenta de ella. Fíjense que, con tal de declarar la guerra a Javier Tebas, el presidente del Real Madrid se ha unido al Barça y al Athletic de Bilbao. ¿No les recuerda a algo o a alguien?. No hay mayor factoría de amistades que la unión ante un enemigo común. Y los tres, Osasuna aparte, formando parte de una patronal, la Liga de Fútbol Profesional, integrada exclusivamente por 39 sociedades anónimas deportivas y 3, ellos, integrados o, mejor dicho, insertados donde no deberían ubicarse, aunque al «mes que un club» le queda poco. Eso dicen. No por anecdótico deja de ser curioso que tres sociedades «sin ánimo de lucro», monten una conflagración de carácter exclusivamente económico.

Confieso que me pierdo irremediablemente tanto en las propuestas del Proyecto Impulso, el de la LFP con CVC, como en las del Proyecto Sostenible, el de Pérez, Laporta y Elizegui con JP Morgan. No entiendo nada del contenido de las cartas cruzadas entre ambos bandos descalificándose mútuamente. Las redes sociales aparecen plagadas de textos que, en el mejor de los casos, recuerdan episodios pasados tendentes a cuestionar intereses no menos secantes. Y, en efecto, aparece en primer plano el viejo refrán: «los enemigos de mis enemigos son mis amigos».

Pero la historia nos recuerda una vez más el suspenso que merecen quienes no se la aprenden. 16 años después se han reencontrado los mismos personajes reunidos en Palma para consensuar el traspaso de Etoo. Si, si: Florentino, Jan y Mateu Alemany. Uno diciendo que el futbolista era suyo, el otro lanzando ofertas a la baja y Samuel cogiendo al tercero de la pechera porque ni harto de vino quería volver a vestir de merengue. Si, los tres reunidos en un barco amarrado en Puerto Portals. Puestos a evocar tiempos pretéritos, el presente dibuja una pelea de gallos. Tebas, aquel que cobraba por elaborar informes sobre jugadores sudamericanos según  facturas que recibía Pedro Terrasa. Laporta en la hoja de ruta de terminar presidiendo un club privado. Elizegui a punto de abandonar la presidencia de los «leones» de San Mamés y Lezama y el adalid de la Superliga, pues eso.  ¿Y Mateo?. A su bola, como siempre.