Europa habló alemán

Domingo 23 de agosto. Fin de temporada. Termina la Champions y el play off de ascenso a la Liga Santander. A quienes prefieran el diferido recomiendo ver en primer lugar este último, de lo contrario no lo aguantarían. En mi doble jornada de hoy, ayer respeté ambas citas, empezará por el primero.

No hay nada que objetar al título del Bayern de Munich. Si, el Paris Saint Germain (no san German, querido narrador, no)tuvo ocasiones muy claras, pero tener un buen portero es importante en cualquier categoría y probablemente Neuer sea, hoy por hoy, el mejor del mundo.

Eso no significa que los alemanes no jugaran mejor, que si lo hicieron.  A Lewandosky no le dieron opciones, pero se olvidaron de Coman, que se pasó el partido, gol aparte, riéndose del lateral diestro parisino. Pero ya habíamos dicho días antes que el secreto del vencedor no radicaba en ninguna de sus apreciables individualidades, sino en su concepto de juego colectivo. Fútbol directo en caso de apuros y si conviene y combinativo en su mayor parte. En definitiva, cabeza; mucha cabeza. Y, con perdón, algún obrero que merece mayor consideración que la reservada a los magos del balón. Goretzka no deja escombro sin barrer en el centro del campo. No coloca un ladrillo, pero despeja el terreno para edificar todo tipo de construcción.

A los de Tuchel siempre les quedará Neymar de quien en Portugal recordarán sus goles marrados y, eso si, sus lágrimas de cocodrilo malcriado y millonario. De Mbapé sus prodigiosas e inútiles carreras. También las hacían Gento, Trobiani o Jonás Gutiérrez. La inspiración individual de uno o la velocidad del otro valen para ganar la Liga en Francia, pero no parecen suficientes para levantar una Copa continental.

De cualquier manera, gracias por el espectáculo.