Memorias de Africa

Cuando Miquel Contestí, el presidente que se mantuvo más tiempo en el palco del Lluis Sitjar y que dejó de acudir al de Son Moix porque nadie le conocía, fue preguntado en el verano de 1986 por el laborioso fichaje del portero marroquí Ezaki Badou, osó afirmar que el futuro del fútbol pasaba por Africa. El tiempo, en el ejercicio inexorable de su judicatura, le ha dado la razón.

Hoy día hay 226 futbolistas africanos repartidos entre las cinco grandes ligas europeas: Inglaterra, Francia, Alemania, Italia y España. No contamos las del resto de la Unión, Portugal sin ir más lejos. De los 26 jugadores del país galo convocados por Deschamps para disputar la Europa, 14 son de orígen africano y en la plantillas de un equipo «top» como el Real Madrid solamente quedan cinco futbolistas españoles: Carvajal, Lucas, Fran García, Joselu y Nacho, que abandona el club en cuestión de semanas o de días y si bien algunos de sus compañeros nacieron ya en Europa, sus padres llegaron desde el sur de Gribraltar.

Años atrás traspasaban las costas algunos internacionales como el célebre guardameta aclamado en Casablanca. Con él desembarcó también Hassan Fadil, un delantero algo más díscolo y polémico que las tuvo tiesas con el lateral del Barça, no menos polemista, Julio Alberto. En el Valencia destacaba el delantero argelino Madjer o Naybet con el Deportivo. En Palma más tarde aterrizaría Hassan Nadir. Poco a poco la cuota iba creciendo.

La Eurocopa que acaba de arrancar mostrará el éxodo del fútbol que ha cambiado la vida de no pocos de sus protagonistas hasta convertirlos en millonarios, pero también ha revelado a la vieja Europa que, como cantaba Serrat, el sur también existe. Contestí ya lo sabía.