Los mismos perros con los mismos collares
Ahora que la Audiencia Nacional ha obligado al Consejo Superior de Deportes a remitir al Tribunal de Arbitraje Deportivo, las denuncias de la Liga de Fútbol Profesional a Luis Rubiales por la Supercopa en Arabia Saudí, recuerden cuántas veces leyeron en este blog que la institución entonces presidida por José Manuel Franco metía en el cajón del tiempo cualquier requerimiento en relación al cesado primero y dimitido después, máximo responsable de la Real Federación Española de Fútbol.
A Franco le sustituyó Francos, quien se ha visto forzado a tramitar, con su retraso inicial, el lamentable y tristemente famoso asunto del beso a la futbolista internacional Jenny Hermoso que, por vía penal, se tramita también estos días en los Tribunales y si los apellidos se parecen, son casi idénticos, el modus operandi también.
De hecho hay una nueva sintonía con Pedro Rocha, digitado directamente por el propio Rubiales para ocupar su sillón. No se ha marchado ni uno solo de sus vicepresidentes, los de las Territoriales permanecen atados a sus sillas, el presidente del Comité Técnico de Arbitros también y los pocos cambios efectuados no han sido sino para apagar la mecha de la revolución originada en el fútbol femenino, incluido el del secretario Camps y el seleccionador, Jorge Vilda, cuyo cese no exigían las jugadoras. Alguien tenía que pagar el pato de cara a la galería.
De convocar elecciones inmediatas, nada de nada. De cambiar a la mayor celeridad el sistema asambleario, obsoleto y clientelar, en vigor de cara a la elección de un sucesor prolongada hasta el año que viene y que debería afectar a todas las federaciones que tendrán que convocar comicios por ser año olímpico, mucho menos. En definitiva siguen los mismos perros con los mismos collares.