Fora nervis
Los treinta y tres puntos que faltan por disputar en la Liga Santander son muchos. Quizás no como para pensar que el Barça pueda perder el campeonato, pero tanto la clasificación para Europa como los puestos de descenso bailarán posiblemente hasta el final.
A la espera del Valencia -Rayo de mañana lunes, las derrotas del Espanyol, entrenador caído, el Valladolid y el Cádiz, sumado al insuficiente empate del Almería en Vigo, permiten mantener la calma en el vestuario de Son Moix. Por aventurada que resulte la afirmación a estas alturas, creo que dos de estos cuatro últimos acompañarán al Elche en su desgracia.
¿Sufrirá aun el Mallorca?. Debería cometer muchos errores para meterse en esta pelea, pues el calendario prevé cruces entre los más afectados, constituidos en rémoras imposibles de superar aunque pudieran darse, como siempre, sorpresas y marcadores inesperados. No me atrevo a vaticinar que el colchón de aquí a la trigésimo octava jornada se sostenga en los actuales seis puntos, pero se me hace difícil creer que seis de los siete equipos que viajan por detrás sean capaces de aprovechar lo que no sería un simple descalabro, sino un sonoro desastre, aun tomando en consideración que los de Javier Aguirre han de consolidar sus golaverages directos con Almería, Cádiz y Valladolid, Celta y Valencia aparte, y lo pierden con el Espanyol y el Sevilla.
Repasar el calendario siempre es un juego entretenido siempre que uno no se agobie o ser crea de verdad un oráculo. Hacerlo ahora todavía no genera inquietud más allá de la preocupación que produce el mal juego y la ineficacia goleadora de la que vienen haciendo gala los bermellones. La falta de ideas, también.