Futbol 0.0

Las ruedas de prensa telemáticas han empeorado la crisis de información pero ya desde antes el empeño de la Liga de Fútbol Profesional en controlar los flujos de noticias, al punto de aplicar un decálogo no escrito de lo que se puede o no se puede preguntar después de un partido, han generado una merma de ambiente y expectación que redunda en perjuicio del espectáculo.

Los clubs han adecuado sus departamentos de comunicación a esta dictadura informativa. No hay revelaciones ni ninguna otra fuente que no sea la oficial, ha desaparecido la inspiración puntual de aquel fotógrafo cuyo ojo captaba lo que no veíamos los demás y ya no digamos la perspicacia del redactor que no se perdía entrenamiento y que ahora asiste sumiso a esas conferencias, más bien comunicados verbales, en las que no se admiten preguntas.

Pero el resultado es nefasto porque cada día se habla menos de fútbol ya no en los medios tradicionales, sino en la calle. La tecnología nos procura una mayor facilidad y comodidad de vida, sin duda, pero anula las emociones. Aquel balón que había entrado o no, el penalti que no fue, el fuera de juego que si o que no, alimentaban tertulias, parían polémicas que el VAR ha sentenciado. Ya no esperamos la moviola o, mejor dicho, no nos interesa para nada. Es más justo, si; pero menos divertido. Y las redes sociales solo se llenan de insultos y descalificaciones, el reino de la mala educación, la incultura y la mentira.

Ya no sabemos si un futbolista tiene covid o solo ha mantenido un contacto, ni qué lesión padece, ni para cuánto tiene de enfermería. En realidad no sabemos ni eso, ni nada porque el celo en que trascienda solo lo que a ellos les interesa es máximo y el periodismo deportivo, el otro también, asiente y consiente.

Bienvenidos al nuevo fútbol, sin público, sin polémica, sin noticias, sin dinero, sin juego, sin espectáculo en los tiempos en los que hasta se fabrica ginebra sin alcohol. Fútbol 0.0 que se llama.