Goles y emociones (3-0 en Son Moix)

En una tarde de muchas emociones y despedidas, el Mallorca, en un buen segundo tiempo, se impuso con claridad a un Rayo Vallecano más osado que valiente, sorprendido en tres contragolpes de manual como respuesta a su propuesta ofensiva presa de su propia desesperación. Muriqi abrió el marcador, sentenciado por Copete a la salida de un córner y cerrado por Angel en el último segundo de la fiesta.

ALINEACIONES:

R.Mallorca.- Leo Román (1), Maffeo (1), Valjent (2), Raillo (1), Copete (2), J.Costa (1), Galarreta (1), Morlanes (1), Dani Rodríguez (2), Kang-in Lee (2) y Muriqi (2).

68 minutos, Angel (1) por Morlanes. A los 76, Baba (1) por Galarreta y Abdón (0) por Muriqi. A los 84, A.Sánchez (-) por Kang-in Lee y Gio (-) por Maffeo.

Rayo Vallecano.- Dimitirievsky (1), Balliu (1), Catena (1), Mumin (1), Fran García (1), Comesaña (1), O.Valentín (0), Alvaro (0), Isi (1), Chavarría (1) y Raúl de Tomás (0).

En el minuto 64, Camello (0) por Chavarría. En el 72, Salvi (0) por Balliu y Falcao (0) por Raúl de Tomás. En el 84, Diego López (-) por Dimitrievsky y Mario Suárez (-) por Oscar Valentín.

ARBITRO:

Mateu Lahoz (3), de Valencia. Se despidió del arbitraje sin mostrar una sola tarjeta, como regalo a ambos equipos. Pitó un total de 25 faltas, 13 a favor de los locales y 12 de los visitantes. No pudo evitar su emoción al final del encuentro, en un pasillo efectuado por todos los futbolistas, suplentes incluidos, al final del cual aguardaban su madre, esposa e hijos.

GOLES:

Minuto 50, Valjent filtra un pase profundo sobre Dani Rodriguez, que gana la posición a Fran García y envía raso entre las piernas de Catena al centro del área, donde Muriqi, solo, marca a placer. 1-0

Minuto 70, Copete de cabeza en un saque de esquina botado por Kang-in Lee. 2-0

Minuto 93, Dani Rodríguez observa el desmarque de Angel, que recibe a la espalda de los los centrales, y bate por bajo a Diego López. 3-0

14.571 espectadores.

DESPEDIDA A LO GRANDE

No es fácil emitir una opinión sometido al impacto de las emociones. No era solo el adiós de un árbitro legendario, Mateu Lahoz, sino el más que previsible de Kang-in Lee, sin menospreciar los de Angel o Galarreta y quién sabe si alguno más.

El Rayo no quería amargar la fiesta de una permanencia conquistada holgadamente, con fidelidad a una idea, dibujo, esquema y disciplina que gustarán más o menos pero se ha demostrado eficaz. Pero si, los de Iraola, otro que se iba, afrontaron el choque de cara y, sin remordimientos, salieron a ganar desde el primer minuto. Presionaron muy arriba, dificultaron la salida del balón de los centrales bermellones, ahogaron el centro del campo y, eso si, pecaron de precipitación en sus avances pese a disponer del control.

El Mallorca era el de siempre, rocoso atrás, aunque romo a la contra. Aun así Dani Rodríguez envió el balón a las nubes solo ante Dimitirevsky y Kang-in Lee, aclamado por el público, no acertó en una acrobática tijera dentro del área. La moneda cambió de cara en el segundo tiempo, cuando los madrileños empezaron a cansarse de darse contra una pared y descuidaron su retaguardia. El gallego se resarció de su errata anterior y anotó dos asistencias de lujo para que Muriqi, poco después del descanso, y Angel, justo antes de que bajara el telón, redondearan un marcador tal vez excesivo para un rival que quiso y no pudo y obligó a Leo Román en una única ocasión ante un tiro muy duro de Fran García desde el vértice del área.

Iraola buscó mas artillería en busca del empate y Javier Aguirre, con sus cambios, optó más por prolongar la fiesta conceder sus últimos minutos a jugadores que, con mayor o menos fortuna, han contribuido a tirar del carro en una temporada con arranque incierto y final más que feliz.

Ahora toca jugar a los de arriba, el partido se traslada a los despachos y el futuro depende de ellos.