Haberlas, haylas

Hace algún tiempo, años, regresaba con el Mallorca desde Santander en un vuelo charter fletado al efecto. Eran los tiempos en que presidía el Doctor Beltrán, pagaba Antonio Asensio Pizarro y Héctor Cúper, entrenador, ya había tomado la decisión de abandonar el club a final de temporada aunque tanto  él como el club lo mantenían en secreto. Y si, lo publiqué. Mientras esperábamos el embarque nos cruzamos en la sala de espera y el mister con una de las sonrisas que no prodigaba, me dijo en voz baja: «usted, usted sabe demasiado».

Yo no creo demasiado en las casualidades, pero hace solo dos días me referí en este blog a la sinrazón de sostener los cinco cambios por equipo autorizados en su dia con motivo de la pandemia cuando, de repente, cae en mis manos la noticia de que Héctor Cúper si, él otra vez, acaba de poner en peligro la clasificación de la selección que entrena, la del Congo, para el Mundial de Quatar al efectuar su quinto relevo en una cuarta ventana cuando solo se permiten tres. No hace falta añadir que el derrotado y segundo clasificado de este grupo, Benin, ha interpuesto una reclamación ante la FIFA cuya sentencia ya veremos cuál es.

Y no. No se da unidad de acción, tiempo y lugar, como en el teatro, pero si esa extraña coincidencia que de pronto parece conectar dos mentes sin importar la distancia, como una especie de telepatía extraña porque, la verdad, cuando escribí sobre esa norma absurda no lo hice pensando en el técnico de Chabas ni, más aun, él habría leido mi blog. Por si fuera poco es justamente mañana, 16 de noviembre, cuando cumple 66 años, una edad que invita a retirarse salvo que uno sea Clint Eastwood, quien aun dirige e interpreta películas a los 91.

Fue preparador de uno de los mejores equipos que ha tenido el Mallorca, con permiso de Luis Aragonés y Serra Ferrer y sigue residiendo en Palma justo enfrente de esa bahía a la que el «Sabio de Hortaleza» amenazó con tirarse si descendía a segunda división. No tuvo que hacerlo, pero si bajó él para devolver a la élite al club de sus amores, el Atlético de Madrid.