Justicia y lógica

El Mallorca se anotó una importante victoria ante el Real Oviedo, al que superó en juego y ambición, si bien con mejor juego en la segunda parte que en la primera. Un gol de estrategia urdido por Salva Sevilla y resuelto por Estupiñán rubricó los méritos del anfitrión frente a un visitante conservador que nunca pisó el área de Reina que apenas tuvo que intervenir. Los de Vicente Moreno toman ventaja en la clasificación y en el golaverage entre ambos de cara a un eventual empate a puntos al finalizar la fase regular de la liga.

ALINEACIONES:

R. Mallorca.- Reina (1), Sastre (2), Valjent (1), Raillo (1), Estupiñán (2), Baba (1), S.Sevilla (1), D.Rodríguez (1), Lago Jr. (1), Alex López (1) y Budimir (2).

Minuto 57, «Stoichkov» (1) por Aléx López. Minuto 66, Leo Suárez (1) por D.Rodríguez. Minuto 87, Abdón (-) por Lago Jr, lesionado.

R.Oviedo.- Champagne (2), Viti (1), C.Hernández (0), Alanis (1), Bolaño (1), Folch (0), O.Ramos (0), Javi Muñoz (0), Tejera (2), J.Bárcenas (0) y Toché (0).

Minuto 70, Saúl Berjón (0) e Ibrahima (0) por O.Ramos y Toché. Minuto 75, Joselu (-) por Javi Muñoz.

ARBITRO:

Moreno Aragón (1), de Madrid. Mal árbitro. Convirtió cualquier acción en las áreas en faltas contra los atacantes y en el minuto 76 perdonó la segunda amarilla a Estupiñán por cortar con un agarrón el posible contragolpe visitante. Exhibió tarjetas amarillas ante Salva Sevilla y el mencionado lateral bermellón. Por el Oviedo las mostró a Ibrahima, Tejera, O.Ramos y Alanis.

GOL:

Minuto 67, Salva Sevilla saca desde la esquina abierto y raso hacia la frontal del área, donde llega Estupiñán y conecta un zurdazo que se cuela entre un bosque de piernas y desactiva la acción del portero. 1-0

COMENTARIO:

Tuvo que ser la estrategia el arma para desatascar un partido que el Real Oviedo disputó con la única intención de obturar. El Mallorca cayó en la trampa hasta que Salva Sevilla decidió no repetir el lanzamiento al palo corto de un tercer saque de esquina consecutivo y abrió al exterior del área donde Estupiñán, con su reconocido zurdazo, hizo añicos el plan asturiano que ni era plan ni era nada.
  He visto a los carbayones en los tres partidos en sus dos visitas a Palma, el del Carlos Tartiere en la primera vuelta y alguno más frente a distintos contrincantes y siempre lo he visto igual: lento, reiterativo, acomodado e impreciso. Su fútbol, por así llamarlo, proyecta objetivamente el perfil de su técnico, Juan Antonio Anquela que no ha logrado atravesar el túnel del tiempo, remolón y anticuado. No creo que en la capital de Principado nadie entendiera el propósito de su alineación, ni mucho menos sus intenciones. Los de Vicente Moreno, que también tardó en rectificar sus pretensiones iniciales, le mantuvieron encerrado en su parcela y aunque tampoco crearon demasiadas ocasiones claras para imponer su mejor juego y mayor ambición, pusieron mucho más para alzarse con un triunfo final que hace honor a la justicia por un lado y la lógica por el otro. El gol las avaló a ambas, no siempre presentes en un terreno de juego.
  La salida de Stoichkov por Alex López a los siete minutos de la segunda parte, alteró el ritmo de su equipo. También la sustitución de Dani Rodríguez, desubicado,  más que la entrada de Leo Suárez. Dos decisiones que no habrían cambiado el resultado imperante en aquellos instantes, pero que, a diferencia del inmovilismo en el banquillo visitante pese a no haber pisado en área de Reina ni una sola vez, revelaban el deseo de sumar puntos que casi se podría afirmar que descartan a uno de los obstáculos interpuestos en el camino del play off y le dejan por detrás y con el golaverage en contra. Como si los locales fueran conscientes de lo que realmente estaba sobre el tapete, sin que los de azul se hubieran dado por aludidos.
  Particularmente creo que ninguna de las pequeñas revoluciones ideadas por ambos entrenadores funcionó. Eso si, por necesidad o por urgencia, uno supo corregir sobre la marcha y su oponente permaneció mirando al tendido.