La burbuja del fútbol profesional

Cuando estalle la burbuja del fútbol español, que lo hará, me gustaría que recordaran si en este mismo blog leyeron serias advertencias al respecto antes de que, tan solo hace unos días en un foro de Marca, Javier Tebas anunció una deuda global de 490 millones de euros a final de la temporada en curso. Ya les digo que se ha quedado corto o prefiere no asustar a la parroquia toda vez que siempre ha presumido de ser el «rey midas» del balón convirtiendo en oro todo lo que ha tocado desde su ascenso a la presidencia de la Liga de Fútbol Profesional.

Hay excepciones, si, pero la deuda del Barça una vez dimitida la junta de Bartomeu, se dice que ronda los 190 millones y la del Betis, que ha vuelto a las andadas, supera los 100. Por no hablar del Valencia, cuyo dueño, Peter Lim ya no sabe a qué jugadores vender ni a qué precio para rebajar la cuantía de su déficit. Y si solo dos clubs alcanzan ya los 300 «kilos», pueden imaginar que la quiebra no anda muy lejos y va bastante más allá de los 500 millones de referencia.

Clubs como el Athletic o la Real Sociedad están saneados, pero otros ni siquiera facilitan sus cuentas reales a pesar de la ley de transparencia pregonada desde la calle Arturo Soria. Los límites salariales tienen su ley y su trampa, como sabe todo el mundo, y no han evitado la debacle que se transformará en escándalo en cuanto haya que renegociar los derechos de televisión, que irán a la baja, y el Gobierno de la coalición PSOE-Podemos y aliados de distinto pelaje, impongan la supresión de la publicidad de las casas de apuestas.

Avisados estaban pues lo advertíamos en un rincón informativo tan limitado como éste. Ahora el propio jefe de la patronal lanza la voz de alarma, aunque mucho me temo que ya ho hay tiempo y no habrá ni mundial 82, ni plan ADO, ni el señor que lo bendijo para que cada uno tenga que buscar su propio salvavidas. Si es que lo hay.