La ley de Murphy (2-0 en Balaidos)

Cuando algo va mal, lo que sigue puede ser peor. El Mallorca salió a Balaidos con un equipo muy inferior que solamente tiró a puerta en tres ocasiones, la primera en el minuto 38, y concedió las facilidades precisas para que el Celta, mucho más intenso, rápido y solidario, impusiera su juego, marcara territorio y se hiciera con una victoria trabajada, no difícil, que redondeó Iago Aspas cuatro minutos después de que el árbitro, a instancias de sus colegas del Var, expulsara a Raillo por una mano fuera del área en pugna con Douvikas, el último atacante local en esta acción.

ALINEACIONES:

R.C. Celta.- Guaita (1), Javi Rodríguez (1), Starfelt (1), Marcos Alonso (1), Hugo Alvarez (2), Fran Beltrán (2), I.Moriba (1), Mingueza (1), Fer López (1), Williot (0) y Borja Iglesias (1).

R.Mallorca.- Greif (1), J.Mateu (0), Valjent (1), Raillo (1), Van der Heyden (0), Samu (0), Mascarell (1), R.Navarro (0), Dani Rodríguez (0), J.Llabrés (0) y Larin (1).

Minuto 57, Muriqi (0) por R.Navarro y Mojica (1) por J.Llabrés. Minuto 63, Sergi Darder (1) por Dani Rodríguez y Asano (0) por Larin. Minuto 88, Chiquinho (-) por Samu.

ARBITRO:

De Burgos Bengoetxea (0), de Bilbao. El problema de este colegiado es que nunca pita lo mismo en jugadas idénticas. Esto crea nerviosismo e inseguridad en los 22 futbolistas que no se enzarzaron en más de una trifulca de auténtico milagro. Tampoco es de los que contradicen a sus compañeros del VAR. En el minuto 77 mostró tarjeta roja a Raíllo, baja ante el Girona la próxima semana, por una mano cuya proximidad a la cabeza, con la que despejó, aconseja no señalar ni falta. Fué su única amonestación junto a una amarilla a Javi Rodríguez por ir a por Llabrés tras una falta en terreno local y junto a la banda. Pitó 13 infracciones a favor del Celta y 9 para el Mallorca.

GOLES:

Minuto 31, Hugo Alvarez recibe un balón en el pico del área tras perderlo Samu, que se queda en el suelo pidiendo falta, el chaval controla delante de M.Jaume y Valjent que ni siquiera meten el pié para evitar el disparo cruzado que se cuela tras golpear la cara interior del palo largo. 1-0

Minuto 81, rechace en el área rojilla al que Iago Aspas, más atento que nadie, pega tal como viene, raso y al centro, Greif intenta despejar con el pié, pero no hace sino confirmar lo inevitable. 2-0

Hubo tres saques de esquina para cada equipo.

22.861 espectadores.

SEMANA DE PASION

Aunque la Navidad sea inminente, al Mallorca de Arrasate le ha tocado adelantar el Via Crucis. El técnico ha de asumir su parte de culpa al insistir en rotaciones para las que no dispone de plantilla ni calidad. La culpa se reparte con los ejecutivos que nunca debieron consentir la programación innecesaria de dos partidos entre semana, separados por tres días, uno de ellos ante el Barça, cuando el calendario brindaba otras opciones. Excusas a las que no se pueden acoger futbolistas a los que les cuesta mucho ganar en casa y sudan tinta china fuera en aras de su lentitud, reiteración, insuficiencia técnica, imprecisión y previsibilidad.

Con gran dolor de corazón hemos de reconocer que alguno de ellos no está para ciertos compromisos. Van der Heyden y Javi Llabrés, inactividad al margen, está para partidos fáciles de Copa del rey y Mateu Jaume Morey, voluntarioso en salida por su lado es absolutamente vulnerable en defensa. Tampoco Dani Rodríguez mantiene fuste para llevar el peso de la orquesta y si a esto le añadimos el mal día, pésimo, de Samu, la ingenuidad de Larin y el bajón, esperemos que momentáneo, de Robert Navarro, ya hemos completado el dibujo sin necesidad de extendernos en demasía.

El Celta juega con tres centrales que no tuvieron trabajo durante casi toda la primera parte. Un cabezazo de Raillo a la salida de un saque de esquina obligó a Guaita a su única interevención meritoria a lo largo de la noche. Era el prime remate visitante y se cumplían 38 minutos de partido. En el 41 y el 43, otros dos del canadiense servidos gentilmente al guardameta olívico sin necesidad de complicarse la vida.

Con el portugués Costa corriendo de un lado para otro como pollo sin cabeza, Fran Beltrán repartía partituras por doquier. Borja Iglesias provocaba al central finalmente expulsado, esta vez en su porfía con Douvikas. Hugo Alvarez recorría sin dificultad la autopista abierta sin la menor oposición y la respuesta a todo eso consistía en mover el cuero en horizontal de un lado a otro hasta ceder a la presión local o su mayor concentración y anticipación.

Trabajo tendrá Jagoba Arrasate para convencer a sus discípulos y a los oficinistas de arriba, de que, aun con 24 esplendorosos puntos, no son nadie si no se emplean al doscientos por cien y eso no de vez en cuando, sino jornada tras jornada.