La mejor liga, el peor fútbol

Que la Selección Española de Fútbol se ha deteriorado en su imagen, como ha empeorado su juego y resultados con el desembarco de Luis Rubiales como presidente de la Federación Española de Fútbol, es un hecho que comienza con el esperpento de la contratación y fuga de Lopetegui y prosigue con el vodevil de los «twetts» de Luis Enrique y su permanente mal humor. Si, partimos de la base de que el puesto no es una perita en dulce para nadie y no solo por la responsabilidad que entraña y los retos que comporta, sino porque reunir tres decenas de futbolistas y configurar con ellos un equipo en la máxima de lo que significa cuando los más florido de las mejores plantillas de primera división no ha nacido en España precisa algo más que experiencia y mano izquierda.

Fijémonos en la lista que hizo pública Luis de la Fuente, actual seleccionador, moteada con jugadores que ni siquiera son titulares fijos en sus clubs y en la que sus cuatro laterales suman 133 años: Carvajal 31, Jesús Navas 38, Jordi Alba 34 y Bernat, 30. Menos mal que era el preparador de los sub-21. Por no hablar de los porteros, un español de tres. Solo ocho guardametas nativos entre los 20 de la máxima categoría del fútbol patrio y, en algún caso, por lesión del titular porque dos de ellos, Espanyol y Villarreal, empezaron también con un extranjero bajo los palos: Leconte y Rulli respectivamente.

Vale que la liga española pueda ser una de las más importantes de Europa, pero no confundir su campeonato con la realidad del fútbol español que si económicamente está al borde de la ruina, deportivamente no se encuentra en mejor estado.