La noche de San Juan

No deja de ser digno de estudio como el paganismo usa símbolos claramente religiosos para celebrar sus fiestas. Tal vez una contradicción más de las que conforman al ser humano. Desde hace unos años, no tantos, se ha extendido la costumbre de acudir a la playa en la noche de San Juan para «ahuyentar» a los malos espíritus. Un ejemplo paradigmático de cómo miles y miles de no creyentes invocan a un icono del cristianismo. También ocurre con los patronos de los pueblos o ciudades, aunque la tradición en este sentido viene de más atrás inducida la Iglesia a través de su atávica influencia. En definitiva nos hallamos ante el fenómeno de que hay personas que celebran sus fiestas, y sólo eso, en torno a la figura de santos en los que, de verdad, no cree.