La quinta liga europea (en inversión)

Las huestes mediáticas de Florentino Pérez, excitadas ante las negociaciones para el fichaje de Mbappé que, según otras fuentes, nunca existió, han llegado calificar de inmoralidad el hecho de pedir 200 millones por el traspaso de este u otro futbolista. Vean que el inmoral es quien tasa al jugador, no quien está dispuesto a pagar esa cantidad e incluso, a tenor de las últimas informaciones de ayer, 20 más. No cabe mayor paroxismo.

De haberse llevado a cabo esta operación fantasma, que amenaza con repetir el próximo mes de enero a rebufo de los resultados que de aquí a entonces logren los de Ancelotti, la liga española de primera división se habría quedado en tercera posición por inversiones en el mercado de verano, a mucha distancia de la Premier, más de 1.300 millones de euros e incluso de Italia, con 552, como si en Gran Bretaña y la «Bota» no hubieran sufrido las consecuencias del COVID. Sin embargo, la negativa del PSG al traspaso cuya cifra traducida en pesetas escandalizaría al mismísimo Bill Gates, deja en evidencia la maltrecha economía de la llamada Liga Santander, por detrás de Alemania y Francia. Por cierto, salvo el Manchester City que ha superado los 100 millones por hacerse con los servicios de Grealish, los más caros de las otras ligas no exceden los 40 millones. Y esto va tanto para la Superliga de Floren, Laporta y Agnelli, como por al supercrédito de Javier Tebas y el resto. Que sepamos el coronavirus ha afectado por igual a toda Europa, así que quien tenga que mirarse algo que lo haga, pero que no sea precisamente el ombligo.