La UEFA va a por uvas

«Esto es democrático, pero no es serio», replicó la diputada canaria Ana Oramas, en el Parlamento de los Diputados, a Ramón Tamames, el economista octogenario propuesto por VOX como candidato a la presidencia en la moción de de censura contra el Gobierno que ha sido actualidad esta semana. No, no teman, no voy a escribir de eso ni de política, una de mis líneas rojas, igual que la religión, en reuniones familiares o tertulias antre amigos. Pero son muchas las cosas que en nuestro país no son serias, demasiadas, y me refiero al ámbito del deporte, que ha sido el mío desde hace 55 años y les voy a explicar por qué.

Cuando me inicié en mi profesión, delante de los micrófonos de Radio Juventud La Voz de Baleares, luego de breves experimentos escolares en Radio Mallorca con Jesús Tomás Benito y Radio Popular con Pep Blascos Maimó, los programas deportivos eran los únicos en los que uno podía expresar su opinión, su verdad, libremente. De ahí que, siempre en busca de la misma y apoyado por Miguel Llompart Mora, me lancé al ruedo. Pero vamos al grano.

Ya he mostrado mi escepticismo respecto a que el Barça pueda temer algún tipo de sanción, deportiva o no, en España debido a la denuncia de la Fiscalía por el caso Negreira. Incluso de llegar a este punto o no, tendremos papeleo para cinco, seis o más años. Pero ahora la UEFA ha movido ficha y sería un contrasentido, que sus comités, siempre opuestos al uso, amparo y recurso de los Tribunales, decidieran aguardar un fallo de éstos. Una incoherencia que quizás no estén dispuestos a manifestar.

No sé, no sabemos, si el organismo que preside Alexander Ceferin logrará reunir información y pruebas suficientes para concluir el expediente que acaba de abrir al club de Jan Laporta con una decisión como la de expulsarle de cualquier competición europea. Siempre tardará menos que Anticorrupción, para bien o para mal. De hacerlo, asestaría un golpe mortal a la economía del club, solo pendiente del descabello. Y seguro que, como le ha pasado a la Juve, en Suiza sueñan con castigar ejemplarmente a los osados de la Superliga.