Las conquistadoras de Australia
La conquista del Mundial 2010 en Sudáfrica supuso un aldabonazo para la Selección Española de Fútbol resucitada por Luis Aragonés y certificada por Vicente Del Bosque. Ya veremos si recupera viejos galones por mucho que haya ganado la Liga de Naciones o como se llame el nuevo invento de la UEFA para hacer caja.
El hecho de haber alcanzado la final del Mundial 2023 de Australia de fútbol femenino, no supondrá menos ya no para la Selección, la gane o no, sino para todo el balompié practicado por las chicas que a pesar de su corta vida profesional se extiende como una mancha de aceite.
En España ya son 96 los clubs inscritos en la Federación, 20 de ellos participan en le Regional Autonómica de Mallorca y 10 de los equipos de la Liga EA Sports, mantienen a los de mujeres en su equivalente. Lamentablemente en ninguna de estas listas figura el Real Mallorca SAD, que permanece inexcusablemente al margen de lo que sin la menor duda ha sido una de las conquistas de la mujer en el campo del deporte a lo largo del presente siglo contra todo pronóstico tendente a preservar la hegemonía del hombre.
El mítico cantante de soul James Brown llevó la canción «It’s a man’s, man’s, man’s world» (Es un mundo de hombres) al número uno de todas las lístas de éxito mundiales. Un blues inmortal versionado por muchísimos intérpretes de ambos géneros. Así era en 1966 cuando se lanzó aquel tema y aunque la rebelión empezó en 1988, hasta la temporada 2001-02 no se implantó la primera liga con 12 participantes, que llegaron a ser 18 y ahora mismo son 16 en su máximo categoría.
La experiencia de Sidney, acabe como lo haga, debería ser aprovechada para que el fútbol femenino se aparte lo máximo posible de la organización y estructura del masculino. Si emprende el camino de la corrupción, mercadeo, negocio, desigualdad y locura de lo ya conocido, quizás el esfuerzo, la conquista, no haya servido para nada. «It’s not a man’s, man’s, man’s football».