Luz al final del túnel

Siempre hemos dicho, creido, pronosticado que la permanencia del Mallorca iba a depender de los demás, de que encontrara a tres equipos peores. No es un consuelo de tontos porque no es mal de muchos sino de uno solo. Si esta pesadilla acaba bien debería servir de lección para no repetir errores graves, ni confiar en profesionales claramente incapacitados para gobernar la nave bermellona, residan en Arizona, Madrid o Palma permanente u ocasionalmente.

La derrota del Cádiz en Anoeta permite atisbar algo de claridad al final de ese pasadizo oscuro, casi negro, que conduce a segunda división. Pero no es la única esperanza siempre y cuando, claro está, los de Javier Aguirre hagan sus deberes porque uno estaba convencido de que lo harían frente al Granada y tararí que te vi. Tendrán que ganar al Rayo y en Pamplona para sumar 39 puntos porque 37 no bastarán y 38 son matemáticamente imposibles.

El cese de Vicente Moreno al frente del Espanyol, cantado, dificulta la última cita del Granada, que recibe a los «periquitos» en los Nuevos Cármenes el 22 de mayo. Pero además conviene no perder de vista al Getafe, aun invitado a la fiesta, anfitrión del Barça el domingo y visitante del Elche una semana más tarde. Lo cierto es que si el Real Madrid no rompe quinielas, los de la «Tacita de plata» se la jugarán en Mendizorroza en busca de una victoria y un milagro.

Para resumir, 6 puntos más garantizan el objetivo, incluso 38 quien pueda lograrlos y con 37 se puede formar un guirigay para tener que recurrir a los enfrentamientos entre unos y otros. En el caso que nos ocupa, favorable ante el Cádiz y el Alavés y perdido con el Granada y el Getafe. Sería divertido de no ver el peligro tan cerca.