Mas premio que mérito

El Mallorca ganó por la mínima al Numancia, flojo en defensa y romo en ataque, merced a un gol de Ariday con mucho partido por delante, en el que se notó la ausencia de Salva Sevilla y Parera fue el portero elegido por Vicente Moreno. Un claro penalti no señalado por el árbitro en la segunda parte fue la única oportunidad creada por los visitantes que, pese a su dominio, no lograron inquietar al joven guardameta de Manacor.

ALINEACIONES:

R.Mallorca.- Parera (1), Gámez (1), X.Campos (2), Raillo (2), Sastre (1), Dani Rodríguez (1), Pedraza (1), Ariday (1), «Stoichkov» (0), Lago Jr. (2) y Alex López (1).

Minuto 43, Buenacasa (0) por Ariday. Minuto 60, Pablo Valcarce (1) por «Stoichkov». Minuto 81, Abdón (-) por Alex López.

Numancia.- Juan Carlos (0), Medina (1), Atienza (1), Carlos (1), Marc Mateu (0), Escassi (2), Diamanka (1) Villalba (1), Yeboah (2), Oyarzun (1), Viguera (0).

Minuto 66, Higinio (0) por Oyarzun. Minuto 75, J.Sánchez (0) por Viguera. Minuto 79, Nacho (-) por Medina.

ARBITRO:

Domínguez Cervantes (0), del Comité de Andalucía. Más que permisivo, indeciso y cobarde. Se tragó un clarísimo penalty por derribo a Valcarce a Yeboah en la segunda parte. Mostró tarjetas amarillas a Dani Rodríguez y Pedraza, del Mallorca y a Oyarzun, Higinio y Atienza, del Numancia.

GOL:

Minuto 7, Lago Jr se lleva un balón en paralelo a la banda y centra raso al interior del área pequeña, donde nadie acierta a despejar y, en el segundo palo, Ariday mete la punta de la bota ante la tardía reacción de Marc Mateu. 1-0

OBSERVACIONES:

El árbitro precisó de la asistencia de los cuidadores locales que le vendaron un muslo por molestias musculares mediado el segundo tiempo.

COMENTARIO:

El Mallorca superó dos pruebas. Miquel Parera, el portero de Manacor, alcanzó la titularidad en detrimento de Manolo Reina y le ganó al Numancia sin Salva Sevilla, pero con Lago Jr. Costó y fue por la mínima en la única aproximación de la mañana a la meta de un muy dubitativo Juan Carlos. Y el marfileño, el único notable del encuentro, se alió con la fortuna para salir jugando de rebote un balón que acabaría por rematar con la punta de la bota el desafortunado Ariday de otras tardes, ante la dejadez del lateral encargado de su marca, Marc Mateu. Bastante hubo con mantener el solitario gol durante 97 minutos, con la apreciable ayuda arbitral del bisoño andaluz Domínguez Cervantes, que se estaba preocupando de sus molestias musculares cuando Pablo Valcarce derribó a Yeboah dentro del ára local. ¡Penalty al limbo!. Pero el visitante no merecía más. Su dominio territorial y posesión no fueron suficientes debido a su ineficacia artillera. Los tres puntos los ganó la zaga mallorquinista, consideraciones puntuales aparte.
  Vicente Moreno apañó lo que pudo. Tiró de lógica para colocar a Dani Rodríguez junto a Pedraza, con “Stoichkov”, muy sobrevalorado a juzgar por lo visto, en funciones de media punta. El resto no había que tocarlo. Pero no funcionó. Los dos centrales sorianos, Carlos Gutiérrez y Atienza se bastaban para vigilar a Alex López. mientras la posición algo más adelantada de Escassi creaba superioridad numérica en el amplio vacío surgido de la ausencia del habitual cerebro bermellón. Era muy tarde cuando movió ficha el banquillo visitante y situó dos delanteros arriba. Ninguno supo aprovechar la autopista que abrió Yeboah en la banda derecha, al dejar en descubierto las carencias de Joan Sastre.
  Tampoco el anfitrión tuvo recursos con los que frenar las acometidas del derrotado desde su retaguardia. El goleador se tuvo que retirar lesionado antes del intermedio. Buenacasa ocupó circunstancialmente su posición hasta que al cuarto de hora de la reanudación Valcarce sustituía a un “Stoichkov” perdido en la inmensidad del bosque neutral. En mala hora si el colegiado hubiera visto su punible acción en área propia antes las mismísimas barbas de su asistente en la enésima ocasión en que el citado Yeboah superaba alegremente los débiles obstáculos sembrados por el lateral porrerenc . La suerte estaba echada y solo el resultado pasará a la historia. El fútbol es así. O no.