No es oro todo lo que reluce

Si consideramos la previsión de ingresos de los presupuestos presentados por los clubs de primera división a la Liga de Fútbol Profesional y la comparamos con el capítulo de gastos, podremos establecer los márgenes de rentabilidad a económica de cada uno aproximadamente. Pongamos como ejemplo el Barça que con unos dispendios de casi 1.000 millones de euros solo aspira a ganar 14,5, lo que a todas luces constituye un riesgo excesivo, si bien los grandes obtienen rédito en otros campos y no solo atienden a su cuenta de explotación, sino también a sus éxitos deportivos.

Un repaso al redondear números nos lleva a la conclusión de que los clubs más rentables son los pequeños ya que con poco dinero obtienen grandes beneficios. En este sentido destaca el Valladolid que con un presupuesto de 41 millones, tres menos que el Mallorca, espera ingresar 60, tres más. No obstante llama la atención que precisamente son las SAD en manos de fondos de inversión las que priorizan el mayor margen, excepción echa del Eibar o el Getafe.

Casos como el del Valencia explican la causa por la que su propietario no estaba muy contento con la gestión. El club le cuesta 223 millones anuales y espera cerrar el ejercicio con menos de 400 mil de beneficio. Sin duda no es lo que espera un inversor extranjero del potencial de Peter Lim, el millonario de Singapur. Vidas paralelas con el Sevilla que con un gasto de 215 millones no prevé ganancias.

Curiosamente las sociedades más rentables son las de los modestos. Por orden de mayor a menor beneficio se mueven el Valladolid, el Eibar, el Mallorca, el Espanyol,  el Granada y el Getafe todos con márgenes que rondan el 20 por ciento. En la cola el Villarreal, el Athlétic y los mencionados Barça, Sevilla y Valencia, seguidos de su vecino de Orriols, el Levante. Ya con cifras entre el 5 y el 10 por ciento, el Real Madrid, el Atlético, el Betis, la Real Sociedad y el Osasuna. Algo menos el Leganés y el Alavés.

A todo esto es preciso que se cumplan las previsiones, pues si en el transcurso de la temporada aumenta el gasto y disminuyen los ingresos, el cálculo variaría considerablemente. En la suma de toda la categoría el entramado de Tebas confía en gastar algo más de 4.000 millones de euros para obtener un superávit de 200 mil. No es oro todo lo que reluce. Sin temor a un error excesivo podríamos afirmar que el margen con el que trabaja el fútbol español no se aparta demasiado de un exíguo 5 por ciento.