No es una final, pero lo parece

No sé si Muriqi vale por seis, según las mentes pensantes del Mallorca, incluida la de Javier Aguirre, seguro que si, pues de lo contrario no habrían pedido aplazar en su día el partido de la jornada 13 del calendario, mal número para los supersticiosos, pero estas, media docena, son las bajas con las que el Cádiz viaja a Palma: Ledesma, Javi Hernández, San Emeterio, Escalante, Kouamé y Martín Calderón.

Después de un arranque de la competición que parecía más amable para Sergio González y sus hombres, los de amarillo han transitado por la primera tercera parte de la liga con menos urgencias que su anfitrión, pero graves preocupaciones al fin y al cabo. No es una final, como ha recalcado el entrenador local, pero, lamentablemente, se le parece bastante.

Sin embargo las apariencias engañan y siendo uno de los peores visitantes del campeonato, solo un empate fuera del Nuevo Mirandilla, su defensa ofrece mejores registros que ocho de sus competidores, lo que contrasta con la realidad mallorquinista como la peor artillería, con solo tres goles en Son Moix. Un dato inquietante. En cambio la abundante nómina cadista de atacantes no se refleja en su cuenta realizadora en campo ajeno: Roger Martí, Sergi Guardiola, Sobrino, Chris Ramos, Negredo, Maxi Gómez…..El peligro puede venir por las bandas, si Ocampo va por una y Machis por la otra, y en el buen disparo de Alcaraz, al que conviene mantener más atrás de la línea de tres cuartos y, de poder ser, no conceder faltas cerca del área. Cuidado igualmente a los saques de banda que ejecuta Luis Hernández, verdaderos corners.

El Mallorca, con la consabida excepción del kosovar «imprescindible», saldrá con todo lo que tiene. El tiempo y el partido dirán si eso es suficiente.

Arbitra el gallego Javier Iglesias Villanueva (Pontedeume, A Coruña, 1983), de la saga del mismo nombre. No pita desde el pasado 30 de octubre, no se sabe si por reiteración de neveras o lesión debido a la opacidad habitual en el Comité Técnico de Arbitros. Subió a Primera el año pasado, ni falta que hacía. Esta temporada lleva seis actuaciones con 24 tarjetas amarillas, 1 roja y 3 penaltis. Es la segunda vez que dirige al Cádiz (3-2 en el Metropolitano) y la primera al Mallorca, que le sufrió en tres oportunidades en la 2022-23 (0-0 en Bilbao y 0-1 y 2-0 en Palma y el Sánchez Pizjoán contra el Sevilla).