Ortells, el hombre tranquilo
Leo con sana envidia que el entrenador del Real Betis, Manuel Pellegrini, afirma que quieren tener la plantilla completa antes de empezar la liga, cuestión de horas. A «Pablo, Pablito, Pablete» Ortells, eso le trae sin cuidado. Encontrar a jugadores buenos, bonitos y, sobre todo, baratos, no es tarea fácil y suele llevar más tiempo que dos meses y medio que transcurren desde el final de la última competición al comienzo de la siguiente.
Cuando el calendario de la época enfrentó el Mallorca con el Barça y el Madrid a las primeras de cambio, el doctor Bartolomé Beltrán (q.e.p.d) trató de tranquilizar a Héctor Cúper, recién fichado y aún desconocido en Europa, advirtiéndole de que perder contra ellos no significaba nada para un equipo modesto como el de aquí, la previsible derrota no tenía importancia. El argentino, sorprendido, le respondió: «Ah, eso no lo sabía. Pensaba que todos los partidos valían los mismos puntos».
Tendremos que concluir que, según la filosofía americana aplicada al Mallorca actual, los cuatro partidos del mes de agosto no cuentan para la clasificación final. Es mucho más trascendente apurar el mercado en busca de gangas inexistentes o rebajas de segunda remesa que inaugurar el casillero de la tabla. Al fin y al cabo, a tenor de las últimas experiencias, la temporada es tan larga que siempre da tiempo a que haya tres equipos peores.