Paso a paso, golpe a golpe
La victoria del Athletic en Vallecas saca al Mallorca de la quinta posición que ostenta por méritos propios. Solo un triunfo de Osasuna en Sevilla, lo dejaría fuera de posiciones europeas. En esta décimo quinta jornada un sueño para el que, alcanzable o no, es precisa una estructura administrativa y deportivamente diferenciada.
Mientras el Real Madrid, eurocampeón emérito, y el Barça construyen sus proyectos y sus plantillas en base a la obligación de ganar a ambos lados de los Pirineos, al Atlético de Madrid le ha costado años, dinero y disgustos, organizar el club para competir en la Liga y en la Champions. Y si bajamos la mirada, el sufrimiento del Villarreal, como el de la Real Sociedad, el Betis, el Sevilla o los «leones» de San Mamés, repercute en sus resultados domésticos que, cual pescadilla que se muerde la cola, son los que le permiten regresar cada temporada al continente. O no.
Pero lucir este blasón no sale gratis. Edificar planteles para abordar tres competiciones, Copa del Rey incluida, encarece el coste de personal (jugadores), técnicos, viajes, arbitrajes y los gastos generales propios de cada club (primas, sanciones, licencias, etc). El Mallorca pagó con un concurso de acreedores del que ha logrado salir hace muy poco, las ansias de grandeza con las que afrontó el cambio de siglo.
No pretendo sino atemperar los ánimos que impulsan a convertir la ilusión humana, lógica e irrenunciable de competir en Europan en un titular de prensa de indudable atractivo, pero contraproducente si la clasificación del equipo no se corresponde con la organización de club. Puede que de no mediar el triste fallecimiento de Antonio Asensio Pizarro, el empresario que hizo del Mallorca su hobby más preciado, aquella excursión al infinito europeo y más allá hubiera durado más y costado menos. Pero si en casa predicamos con el sabio consejo de ir partido a partido, cualquier paso más ambicioso exige un equipaje de idéntica proporción. El futuro no existe si el presente no ha aprendido nada del pasado.