Permanencia sobrada (1-0 en Son Moix)
A falta de cuatro jornadas para que termine la liga, el Mallorca certificó prácticamente su permanencia en primera división merced a un gol de Maffeo a los 16 minutos, defendido contra viento y mareo el resto del encuentro. Desde el VAR se anuló un gol de Kang-in Lee a los 6 de prolongación por un fuera de juego más que discutible. Para entonces la suerte ya estaba echada y el objetivo alcanzado con tiempo suficiente para disfrutar sin agobios el epílogo de la temporada.
ALINEACIONES.- Rajkovic (2), Maffeo (2), Valjent (2), Baba (2), Copete (1), J.Costa (1), Galarreta (1), Morlanes (1), Amath (1), Muriqi (1) y Kang-in Lee (2).
A los 61 minutos, Dani Rodríguez (1) y A.Sánchez (1) por Amath y J.Costa. A los 82, Grenier (-) por Morlanes.
Cádiz C.F.- Ledesma (1), Iza (1), L. Hernández (1), Fali (1), Espino (1), Escalante (1), San Emeterio (0) I.Alejo (1), Sobrino (0), Chris Ramos (0) y Sergi Guardiola (0).
Minuto 65, Bongonda (2) por I.Alejo , Alcaraz (1) por San Emeterio y Negredo (0) por S.Guardiola. Minuto 71, Lozano (0) por Sobrino. Minuto 91 Arzamendia (-) por Fali.
ARBITRO:
Sánchez Martínez (2), de Lorca (Murcia). Pitó casi siempre bien todo lo que el partido tenía para pitar, que fue mucho. Tuvo que tirar, eso si, de tarjetas, todas amarillas. Maffeo, Jaume Costa, Morlanes, Galarreta y Kang-in Lee, del Mallorca y para Chris Ramos, Iván Alejo, Escalante y José Marí, este fuera del terreno de juego, por parte del Cádiz. 13 faltas favorables a los de casa y 15 en contra.
GOL:
Minuto 15, Baba se anticipa a la salida de un corner y cabecea contra el travesaño, previa reacción de Ledesma, pero el balón sale hacia el segundo palo donde Maffeo se anticipa a Espino y, también con la testa, marca a portal vacío desde muy cerca. 1-0
15.377 espectadores
LO UNICO IMPORTANTE
El Mallorca tiene mejor equipo que el Cádiz, pero no se nota. Es el triunfo del sistema sobre el individuo, incluso por encima del colectivo. No es uno para todos y todos para uno porque los mosqueteros de Alejandro Dumas eran tres más D’Artagnan y aquí no hay Kang-in Lee que valga más diez compañeros que le siguen, aunque el lema es el mismo. Son once al servicio de una sola causa, de una meta que prescinde del espectáculo y de un un único dios: el resultado.
No importa cuál sea el rival. Lo mismo da el Real Madrid, que el Atlético, que, en este caso, el Cádiz. La muralla no cambia, el foso que la circunda tampoco y ni el cancerbero como último escollo a superar, ni los guardianes, sean de intendencia, artillería o infantería, arqueros, lanceros o espadachines, ni uno solo se libra de compromiso ni exigencia. Pertrechados, escondidos y a la espera de esa escaramuza que, aunque con excesiva escasez, siempre aparece antes o después.
Tardó mucho Sergio González en introducir cambios más que necesarios. Su colega, Javier Aguirre, ni se inmuta. Cuando Bongonda y Alcaraz comenzaron a darle sentido al inútil martilleo de sus compañeros, ya era muy tarde. 96 minutos de asedio para cerrar el balance con un tiro directo de falta y un cabezazo sin éxito merece tener que trabajar un poco más, incluso sufrir, para eludir el descenso del que el Mallorca ha escapado a lomos de una disciplina férra y, si se quiere, fea, pero ya dijo Fernando Alonso, aunque a ello se adhiriera Javier Clemente, que quien quiera espectáculo que se vaya al circo, pero no a Son Moix, cabe añadir, cuyo «show business» centellea en las bombillas que se encienden a los 44 puntos.
Ciertamente no hay éxito sin sacrificio, ni sin aburrimiento dado el caso. Ganan las emociones porque la diversión la señala el marcador, lo único importante.